Esta semana se cumplieron tres efemérides importantes en la historia moderna de México. El 2 de Julio de 2000, en unas elecciones de las más concurridas que se recuerden, los votantes le dieron el triunfo inesperado a Vicente Fox del Partido Acción Nacional acabando con más de siete décadas del Partido Revolucionario Institucional en el poder. Los que vivimos esa época, la recordamos como una etapa de esperanza y entusiasmo que el llamado «Presidente Payaso» no tardó en destruir completamente.
Bueno, tal vez no tan completamente, porque seis años despues, en 2006 el PAN retuvo la presidencia por un pequeñisimo márgen contra el candidato Andres Manuel Lopez Obrador (Alias «El Viejito que se Creía Presidente», para los cuates), que derivó en una especie de Presidencia Legítima con una copia de la Banda Presidencial y un juramento público a la inexistente Constitución General de la República, que hoy casi nadie prefiere recordar.
Y finalmente el Julio de 2012, donde contra todos los pronósticos, mucha gente decidió que nos iba mejor cuando estabamos peor y la mejor opción era regresar al viejo Partido Revolucionario Institucional a la presidencia. Lugar desde donde algunos ya vaticinan que sera muy difícil que vuelva a irse.
El año 2018 se ve aun muy lejano. Tal vez algunos ya ni siquiera estemos aqui para atestiguarlo, pero si así fuera, yo me comprometo a hacer lo que este de mi parte para lograr que el Viejito que se Creía Presidente se vuelva a quedar fuera del poder.