Leyendo las noticias de hoy encuentro esta nota de que unos integrantes de un culto satánico, llevan al menos 20 asesinatos, realizados en varios estados de los Estados Unidos, el método que usaban para atraer a sus víctimas eran los clasificados personales de Craiglist donde es común ver que gente busque pareja para encuentros sexuales casuales.
Aqui la nota que divulgaron las agencias informativas: Miranda Barbour, acusada junto con su esposo de asesinar a un hombre al que atrajeron mediante un anuncio en internet reconoció haber cometido el homicidio, y aseveró que ha matado a más de 20 personas en diversas partes del país.
En entrevista para el periódico Daily Item de Sunbury, Barbour dijo que desea declararse culpable del homicidio de Troy LaFerrara, perpetrado en noviembre.
Aseguró en la entrevista efectuada desde la cárcel que ha matado cuando menos a otras 22 personas, desde Alaska hasta Carolina del Norte, en los últimos seis años como participante de un culto satánico.
«Creo que llegó la hora de contarlo todo. No me interesa si me creen. Sólo quiero contarlo», expresó Barbour, según el texto que difundió el periódico el sábado por la noche.»
El jefe de la policía de Sunbury, Steve Mazzeo, dijo al Daily Item que los investigadores están al tanto de las afirmaciones de Miranda Barbour sobre otros homicidios. Agregó que están «sumamente preocupados» y que se han puesto en contacto con los cuerpos de policía de otras demarcaciones.
En un comunicado emitido el domingo, la división del FBI en Filadelfia dijo que había establecido contacto con la policía de Sunbury y que «ofrecerá cualquier asistencia requerida para el caso».
El abogado de Miranda Barbour no respondió de inmediato mensajes de The Associated Press dejados en su oficina el domingo. Mazzeo no respondió de inmediato un mensaje dejado en su oficina el domingo para solicitar un comentario.
Los abogados de Barbour y su esposo, Elytte Barbour, de 22 años, han solicitado evaluaciones psiquiátricas para sus clientes.
El abogado de Miranda Barbour también pidió la semana pasada a un juez que desechara las declaraciones que hizo antes de que se presentaran cargos en su contra. El defensor público Ed Greco dijo en la moción que Barbour no tuvo acceso a un abogado a pesar de las reiteradas peticiones hechas durante dos entrevistas con la policía.
Barbour dijo en la entrevista para el diario que quería declararse culpable en la audiencia de lectura de cargos, pero que Greco presentó a su nombre una declaratoria de inocencia.
Los fiscales solicitan la pena de muerte para la pareja.
Miranda Barbour, una mujer pequeña de cabello castaño largo, dijo a los investigadores que conoció a la víctima, un hombre de 1.88 metros de estatura y 126 kilogramos de peso, cuando éste respondió a un anunció que ella publicó en el sitio de internet Craigslist en el que ofrecía compañía a cambio de dinero.
Elytte Barbour declaró a los investigadores que cometieron el homicidio porque querían matar a alguien juntos, de acuerdo con documentos de la corte.
La pareja, que se casó en Carolina del Norte y se mudó a Pensilvania unas tres semanas antes del crimen, declaró a la policía que Miranda Barbour apuñaló a LaFerrara cuando él estaba en el asiento delantero del vehículo de ella mientras su esposo lo sometía con una cuerda en el cuello.
La mujer dijo en la entrevista que no quería salir de prisión y que volvería a matar si la dejan libre. Afirmó que no sentía remordimientos y que únicamente mató a «personas malas».
Miranda Barbour dio pocos detalles sobre los homicidios en los que dice haber participado en Alaska, Texas, Carolina del Norte y California.
Afirma que se unió a un culto satánico en Alaska cuando tenía 13 años, antes de mudarse a Carolina del Norte.
Chanate dice
Una noticia espantosa, sin lugar a dudas.
El problema es que si lo comparamos con la información tan abundante en nuestros tiempos donde es cosa común hablar de narcofosas, descuartizados, descabezados y demás, resulta que el enterarnos de las andanzas de una pareja de asesinos seriales gringos como que no es para asombrarnos.
¡Gulp!