Dicen que una de las palabras mas dulces al oído es el nombre propio. Eso lo saben los vendedores profesionales y por eso utilizan la técnica de mencionarlo lo mas posible durante un proceso de ventas. Tambien es cierto que un pequeño porcentaje de la población no esta contento con el nombre que les asignaron cuando nacieron, registraron o bautizaron y por lo mismo deciden cambiarlo por otro cuando tienen la oportunidad.
Pero lo que me intriga es el hecho de que muchas personas, cuando tenemos la oportunidad de adquirir una nueva identidad, como por ejemplo en éste lugar que es una porción del cyberespacio, en vez de escoger un nombre o apodo honorable o heroico, como Hércules, Aquiles, Benito Juarez o Confucio, optamos por elegir opciones tan chuscas del tipo de VERDULERO, GRAN CACA, SUPERSABIO, PITOLOCO, BICHOLITAS, TANATE, CHONCHITA, PADREPUTO, BOLUDO, Gí?ACARAS y un gran etcétera.
Desconozco cual sea la opinión de los expertos estudiosos de las conductas humanas, pero seguramente el buen Freud, si viviera en estos tiempos ya hubiera emitido su teoría de que nuestros nombres elegidos voluntariamente obedecen a nuestro deseo o repulsión del sexo.
Sin caer en la línea de diversas publicaciones que se dedican a difundir el significado de los nombres y la personalidad de su propietario, ya saben esas que dicen: JUAN, nombre de origen latino, significa Don Gracioso de Dios, pero es curioso ver las opciones que escogemos las personas para etiquetar a nuestra personalidad virtual.
Y tu ¿Porque elegiste tu nombre?