Más allá de ser motivo aun de recuerdos memorables (agradables y detestables) por parte de nuestros padres (y para algunos, hasta de sus abuelos); la herencia del primer festival de rock en nuestro país, el famoso “Festival de Rock y Ruedas de Avandaro” fue perpetuar el enanismo del incipiente rock mexicano; que si de por si sufría de la propia idiosincrasia típica que nos caracteriza, con la prohibición y marginación de músicos y espacios para tocar, solo quedaba sobrevivir para tiempos mejores… que llegaron algo así como 20 años después, con la apertura económica global que cierto enano dublinés nos trajo mientras fue Presidente de nuestro país y que, entre otras cosas, permitió la profesionalización de la industria de los espectáculos masivos en México. Por esas fechas y a partir del relativo éxito de las presentaciones de Rod Stewart a finales de los ochentas, empresas como OCESA y posteriormente CIE empezaron a traer a nuestro país a grupos y solistas internacionales famosos. Mucho de este éxito se debe también a la llegada a nuestro país de franquicias de logística y servicios asociados con los espectáculos masivos como Ticketmaster, las cuales ayudaron al fortalecimiento de la industria.
Así pues, A finales del siglo pasado y en conjunción con la llegada del MTv Latino (sic), se empieza a ver el potencial económico que representa en los países hispano parlantes en el consumo de música “rock ´pa la juventud de hoy” y es así que se empieza a planear la realización de un festival que permita amasar la extensa diversidad de estilos e influencias de los roqueros, poperos y farsantes de todo el continente americano bajo el despectivo mote gringo con el que se refieren a todo aquello que coexiste debajo del Río Bravo: lo “Latino”.
En 1998 se realiza el primer Festival Iberoamericano de Cultura Musical Vive Latino en la Ciudad de México, donde tocan entre otros Los Aterciopelados, Miguel Ríos, el Tri, Los Ángeles del Infierno y si no me equivoco, los que cerraron fueron… La Ley!!!
De ese 1998 a este 2011 muchas cosas han sucedido tanto en la organización del festival como en nuestro país, incluidas varias crisis económicas que ciertamente (Chente Fox dixit) tiraron otros festivales como el Manifest o el Motorokr que si bien no estaban tan cargados a la parte “latina” , si se preocuparon por traer mejores carteles. Más pequeños quizás, pero más selectos.
Y es que quizás el pequeño gran defecto del Vive Latino es lo kilométrico de sus carteles y la dispareja selección de las bandas invitadas y si me apuran, la logística y disposición de los grupos que se presentaron, porque igual Sepultura se merecía estar en el escenario principal y no cosas como eso del Tokio Ska no sé qué madres más…
Un punto favorable de esta edición 2011 fue que, a diferencia de otros años, se notó una mejor organización y por supuesto, una dotación más grande de cervezas, aunque como siempre, los precios son una mentada de madre para el bolsillo promedio … aunque por otro lado, el milagro de la multiplicación del varo para comprar cervezas es impresionante… en fin!
Las instalaciones comerciales y culturales adicionales a los escenarios hicieron un poco más amena la estancia dentro del autódromo y la comida como siempre, un asco: Los mismos vendedores de siempre y con precios actualizados que ponían en dilemas a los asistentes tales como comer o pistear…
Adicional a lo anterior, el ampliar el festival a 3 días fue una decisión que favoreció que, por ejemplo, los 3 actos principales del cartel como lo fueron Jane’s Adicction, Los Caifanes y The Chemical Brothers pudieran tener más tiempo para sus actuaciones; aunque, por otro lado, se amplió de igual manera la cauda de cosas “chistosas” como esa mamada de grupo que se llama Bam Bam (con un pinche nombrecito así, me cae que dan ganas de vomitar… además de que su música es tan genérica que igual pasaron sin pena ni gloria).
Día a día, lo más destacable del cartel estuvo más o menos así:
Viernes 8: en el escenario principal toco Fobia con el papucho de papuchos Leonardo Di Fobia vestido con un raro esmoquin que lo hacía ver aún más guapo (lo siento! No puedo evitar el jotisimo piropo) para después ver algo tan insólito como triste: la botarga en la que sea convertido Charly Garcia; disfrazado de mariachi, con las uñas pintadas de rojo y con una panza de perro famélico y con una creciente dificultad ya para tocar y cantar es algo que nunca pensé ver. Si, Charly García es una leyenda en el rock iberoamericano y se merecía su lugar en el festival… aunque esperemos que no sea este su proverbial “canto del cisne”. Supongo que su estado se debe a que en lugar de drogas duras, se ha vuelto adicto a los chocolates.
El plato fuerte de la noche fue Janes Adicction que se llevaron la noche no solo por su espectáculo cuasi circense, sino por la capacidad de Perry Farell de convencernos que detrás de esa mirada de niño inocente existe una mente tan loca y perversa como genial y que esperemos todavía pueda darnos algo decente y sorprendente…. Pero bueno! Es la “Adicción de Juana” y, como en el caso de los Pixies, eso basta para atraer a fans y escuchas casuales. Al final, cerró Nortec y bueno! Aunque la mezcla de música de banda con electrónica tiene sus momentos entretenidos y originales, es algo dificil de digerir, sobre todo si te caga la quebradita, el duranguense cosas así.
Sábado 9. El día que el propio festival rompe su record histórico de asistencia: 70 mil personas con boleto pagado y una cantidad indeterminada de colados por los diversos portazos que hubo a lo largo de la tarde. El calor, mezclado con los olores y humores de tanta gente; principalmente de weyes que por su pinta, parecían que tenía una semana sin bañarse y que bajo el rayo del sol sudaban como marranos en perol de carnitas. Por momentos la situación era bastante desagradable… pero… que chingaos! Era el día de los Caifanes! y con toda seguridad digo que nadie dentro del foro lo abandonó sino hasta que terminaron los Caifas… pero: ¿Qué otra cosa rescatable hubo? Quizás la actuación de San Pascualito Rey que, dicho sea de paso, con el ajuste en el estilo y arreglos de sus canciones, suenan más profesionales… pero como que han perdido mucho de su estilo y por momentos, suenan demasiado genéricos. Con la actuación de la Gusana Ciega nos fuimos a comer algo a los puestos y decidimos irnos a ver películas en la carpa intolerante porque francamente, me cagan los Pericos y … ¿Jarabe de Palo?… arggh! No! La verdad creo que son demasiado pop para mis gustos. Regresamos para el set de los Bunkers de Chile, los cuales cumplieron y ya… con todo y que su canción más festejada, no era siquiera de ellos. Me refiero a su versión de “Y Volveré” de los Angeles Negros; aunque mucha gente piensa que la rola es original de los Bunkers. Los Enanos Verdes… bueno! Marciano Cantero y compañía aun entretienen pero hasta ahí… seguramente la selección de ellos antes de los Caifanes era para empezar a generar “vibra de rock en tu idioma” entre el respetable que ya apretujado, cantaba en Karaoke las rolas de los enanos…
Y entonces… llegó el momento por la mayoría esperado: LOS CAIFANES CARNAAAAAAAAL!!!!! De entrada, los cuatro músicos se notaban tan tensos y nerviosos que lo único que alcanzó a decir Don Saul fue “Caifanes a tus pies” y de ahí, a tocar y tocar en unos arreglos espantosos algunas de sus canciones más memorables y otras, las menos conocidas, al menos las dejaron casi intactas. Es un hecho innegable que el chisguete de voz de Saúl aún le da para alcanzar algunas partes difíciles de sus viejas rolas; aunque por otro lado, esto pocos lo notaron porque abajo del escenario, el foro se había convertido en el karaoke más grande de todo México (al menos en las 5 canciones que todo mundo se sabe de los Caifanes). En términos generales, la actuación de Los Caifanes fue un acto más de emoción que de virtuosismo, técnica o al menos, decente interpretación. Era algo así como una reunión de amigos donde todos tocan “por los viejos tiempos” y en ese tenor, ya no importa que suene bien; sino que la música, al menos por un momento, los lleve a sus recuerdos más agradables… y ya. Por otro lado el verdadero protagonista del evento, fueron los 70 mil asistentes que les perdonaron todo a sus ídolos con tal de verlos por un momento a todos juntos arriba del escenario y que cantaron, gritaron y por momentos, algunos hasta pogo bailaron y que al final, el aplauso fue para ellos por haber mantenido una ilusión tanto tiempo y no dejar que el deterioro de sus ídolos echara a perder una noche tan especial…
Domingo: El día más flojo del Festival aunque con cosas entretenidas como Puerquerama con su humor corrosivo y auto paródico, la siempre loca Jessy Bulbo o la precisa guitarra de José Manuel Aguilera en La Barraca y mucho, muchísimo para olvidar, como el pendejo ese del hijo de Javier Solorzano y su “chistecito indie” que se llama Rey Pila o cosas insólitas (por malas) como “Ritalín”. Una de las decepciones (por el pésimo sonido) fue The National que francamente, sonó horrible, aunque la verdad, su set estuvo cumplidor… y ya. Ok, si es buen grupo, pero la verdad, los ingenieros de sonidos los sabotearon gacho, gacho. Por su parte, los Babasonicos cada vez me gustan menos. Su turno en el escenario estuvo tan flojo que incluso la gente no les pidió la clásica “otra! otra!” y es que, seamos sinceros: Después del Infame, los Babasonicos no han hecho otra cosa que repetir los cliches más pop de su canciones en una afán descarado de ganar audiencias más amplias y menos exigentes. Aun y con que hayan abierto con “Sátiro” y lo hayan ligado con “Sin mi diablo”, después de esas dos canciones, el set fue aburrido, plano y muy, pero muy mediocre.
Finalmente, el Vive cierra con uno de los mejores shows de todas sus ediciones: Los Chemical Brothers que por casi dos horas seguidas, mezclaron (o solo le dieron “play” al cassete? A saber…) gran parte de su (relativa) nueva placa “Further” con cosas clásicas de su repertorio. Además de una ecualización perfectamente sincronizada, Rowland y Simmons traían un impresionante juego de luces y la enorme pantalla detrás de ellos convirtió el escenario en una enorme discoteca; cerrando de manera magistral el festival.
Unas reflexiones finales:
El éxito de grupos como los Chemical Brothers o Jane´s Adicction en un (supuesto) festival “latinou” (sic) es paradójicamente, una muestra de la pobreza que existe no solo en el rock mexicano, sino a nivel general de Hispanoamérica. Si, los Caifanes atrajeron más gente el día de su presentación y cerraron el sábado… pero ¿y los demás días? ¿No hay ya grupos iberoamericanos que puedan competir con grupos anglos como los que estuvieron? No se trata de enrollarse en la Bandera Nacional y proclamar que “lo nuestro” (sic) está al nivel de cualquier grupo internacional, pero la verdad y viendo resto del cartel uno se da cuenta de que, al menos en lo que al rock se refiere, la pobreza lirica y musical; además del exceso de pose “indie” es lo que prevalece. Por supuesto que un “pez gordo” atrae a más asistentes al festival, pero de alguna manera, también deja en claro la manipulación mediática que implica el supuesto orgullo “latino”.
Pero por otro lado, como experiencia colectiva tiene su mérito y ante la escases de otros festivales en nuestro país, al menos, el Vive Latino es un escaparate para recopilar recuerdos de pequeñas joyas, grandes momentos personales y colectivos y, ¿porque no decirlo? Una galería interminable de horrores que, afortunadamente no pasarán de su primer disco…
Finalmente, les dejo algunos videítos del evento…
Besitos!
http://www.youtube.com/watch?v=MFHCEtbTmu0 http://www.youtube.com/watch?v=jj7As5goEJs http://www.youtube.com/watch?v=GhN8iL27JZo
Thalia dice
Creo que ademas de ser muy grande, el evento es parte de nuestra cultura, y aunque no esta exento de problematicas deberiamos de fomentarlo y cuidar que no se haga con el tiempo (por la violencia en nuestro país) un evento al que nadie quiera ir.
angeles dice
yo mejor preferi a nadar, que acompañar a mi hermana a ver a caifanes, para que estorbar si ni me gustan 🙂 saludos errebede
Juan Loko dice
Pinchi rbd cuando tengo mas weba de leer, pones estos megapost’s …total algun dia lo leere.
Y sobre caifanes, los prefiero mil veces que a los del TRI.
Edgar dice
Los mensajes son mas extensos que el promedio, pero valen la pena. Bien por el RBD Boy.
PolloNomo dice
A mi me gusta el Vive, el ambiente en los conciertos se pone bien…. y como es un madrerisimo de gente se ponen buenos los slams y demas