Bob Esponja, como personaje, fue creado en 1989 por el ya fallecido biólogo marino Stephen Hillenburg como parte de un libro para niños sobre la vida marina; aunque fue hasta 1999, cuando Nickelodeon cancelo La vida moderna de Rocko (otra serie de dibujos animados muy famosa a finales de los noventa) que se decidió darle luz verde al proyecto de Bob Esponja; mismo que continua en pantalla hasta hoy en día, siendo una de las series animadas que más longevas de la TV.
Hasta aquí, no habría nada que resaltar de la serie, más allá de que se ha convertido en un icono de la cultura pop actual y, por supuesto, que sigue vigente en la actualidad… Pero…
Pero no todo es felicidad en Fondo de Bikini. Hay un pequeño detalle con nuestro querido Bob Esponja. Y es que igualito que la comadre Lady Eltonia, se le nota lo joto de aquí a la luna… o eso es lo que muchos, al ver el show, creían ver.
Esto no tendría nada de relevante y quedaría como esos mitos que algunas jotas geeks y nerds se inventan a falta de maridas y que les gustan postear en lugares como Reddit ; de no se porque en un arranque por tratar de halagar a las aguerridas, histéricas y paranoicas (pero harto empoderadas y con una cartera atractiva) comunidades gringas LGBT+; en el pasado mes de la joteria (osease junio) la cadena Nickelodeon, se trepa al tren del mame arcoíris y anuncia oficialmente que Bob Esponja es…GAY.
Este rumor que seguramente traía a los niños de todo el mundo mortificados por no saber si a Bob le gustaban sus cangreburguers con chile, nació de la calenturienta soledad de algunas perrillas que sintiéndose poseídas por el talentazo de la Kafie o de mi Pepillo Origel para hacer echar carrilla sobre cualquier gataz@ de la TV (o un dibujo animado, como el señorito Esponja) con el único propósito de perrear a quien sea nomas por joder.
Sin embargo, y como ustedes bien saben, hay chismes que terminan por convertirse en obsesión de algunas y algunos y si hablamos de jotos, aun mas.
Y es que de este chiste privado e irrelevante, de esos que se oyen a cada rato en el Taller o en el Bearmex, se hizo tal chisme (amplificado en las redes sociales arcoiris), que seguramente, llegó a oídos del señor Hillenburg, el papa de la Bob; quien fastidiado ya por los rumores acerca de su hijo, dio una declaración un poco antes de su muerte donde, para acabar con las dudas y no hacerle el caldo gordo a las liosas activistas de tacons y lentejuela gringas, declaro que Bob Esponja era ASEXUADO; es decir, ni hombre, ni quimera.
Hasta ahí debió de quedar este chisme arrabalero de vecindad de Manhattan, pero a muchas de mis comadres gringas activistas, esta respuesta no les gustó nada porque según la lógica jota “si Bob Esponja no se ha enamorado de una fémina y la única posible, la ardilla Arenita, es nomas su mejor amiga… entonces Bob Esponja es joto”… ¡Y hay que sacarlo ya del closet!
Desconozco (porque no es de mi interés) la orientación sexual de Hillenburg; aunque he de reconocer que se comportó como toda una dama en su decisión de dejar sin orientación sexual a Bob Esponja. El que Bob sea joto, machin o una quimera ¿Lo hace peor o mejor? Es curioso que Nickelodeon saque del closet a Bob después de la muerte de Hillenburg y precisamente, en el mes donde todas las jotas sentimos que, más que nunca, el mundo nos debe de voltear a ver y rendirse a nuestros pies, so pena de exhibir a quien no es “lo suficientemente diverso” y no nos de él lugar como las reinas que somos.
Pa´acabar pronto: Esta posición tan egoísta es una reverenda mamada y, como en este caso, es más que obvio el chantaje moral y sobre todo, el acoso sistemático con el que algunas comadres y compadres buscan no el reconocimiento de los jotitos, machorras, vestidas y demás integrantes de lo que se engloba como LGBT+ como seres humanos, sino de sus caprichos ególatras que disfrazan de un supuesto activismo que ahora obliga a creadores a cubrir “cuotas de género” en sus trabajos.
Puede ser trivial el affair Bob Esponja y algunos lo encontraran frivolo y hasta cómico; sin embargo, supongamos que Bob Esponja es un personaje real y que su vida es tan normal como la de cualquiera de nosotros.
¿Cómo se sentiría de que, sin su consentimiento, lo exhibieran como gay?
Esto es lo que viven o vivieron muchos gays y ciertamente, no da risa. Seguramente a algunos les cambió la vida para siempre y a otros, mas allá del bochorno, siguen tan dentro del closet como siempre lo estuvieron. La decisión final pues de sacar las plumas es de cada persona no de la presión de otros que nomas porque lo ven bien muyerts ya asumen que es joto y que a fuerzas tiene que salirse del closet.
A mí si me gustan las caricaturas (cartoon, dirán las jotitas milenials) de Bob Esponja. A pesar de ser un simplón y tener una muy marcada bobaliconería, La esponja con pantalones que vive en una piña debajo del mar tiene valores que balancean al personaje, y no lo hacen tan irritante y vomitivo como las copias ad nauseam que se hicieron después de la gloriosa venida de Ren & Stimpy. Bob Esponja es un buen amigo, que tiene buen corazón y sobre todo, inocencia; la cual lo ponen en situaciones de tragicomedia, pero también lo ayuda a no frustrarse ante la evidente ojetez de su patrón, Don Cangrejo; la amargada vibra de Calamardo, su compañero de trabajo o la irritante estupidez de Patricio, su mejor amigo.
Y con eso basta para recordarlo.
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