Gracias a Dios, los gringos conservadores ya tienen un nuevo demonio que perseguir; se trata de Peaches, una chica capaz de hacer sonrojar hasta a las teiboleras.
La música de Peaches es una mezcla de punk con un electrónico muy básico, pero lo más sobresaliente (y polémico) son sus letras, que abordan y ahondan en el sexo y en toditas sus vertientes, con ella no hay tema que no se toque; basta con escuchar los títulos de algunas de sus canciones, como Shake yer Dix (Sacudan sus Pitos), o el nombre de su disco, Fatherfucker, porque, según ella, ya hay demasiados motherfuckers en el mundo, lo que hace falta son unas cuantas fatherfuckers.
Sus shows son semi-pornográficos, tanto así, que el año pasado, al abrir conciertos para la gira de Marylin Manson en E.U., hasta los fans de éste tuvieron que darse sus golpes de pecho.
Lo interesante aquí, es que la cosa se va poner buena por allá en gringolandia, ya que, aunque la tipa no es muy conocida, todo apunta a que se va a convertir en toda una celebridad, pues todos la quieren para colaborar en sus canciones, desde la Bridni hasta Iggy Pop, y ya grabó un duo con Pink que aparece en el disco de la última.
En los noventas talvez no sería un gran alboroto el lanzamiento de una cantante así, pero recordemos el nuevo puritanismo gabacho que reina desde el 9/11 para ver el escándalo que se va hacer cuando se empieze a ver más de ella en la tele.
Personalmente, su música me parece muy divertida, pero ahí tienen su página: www.peachesrocks.com para que los bloggeros y bloggeras le echen un vistazo y se formen su propia opinión.