Según nuestros espías dentro del vaticano, se han encontrado registros ultra secretos, entre los cuales se encontraba la historia de San Tangalele, un viejo sacerdote que vivía en la antigua Amecameca del Portico, al sur del País.
San Tangalele era un respetado sacerdote de dicho pueblo, donde atendía a los feligreses con gran amor y dedicación. Hasta fue canonizado en vida por su gran devoción, dedicación y gran cuenta de cheques en el banco de la capital.
Hasta que comenzó a beber y a drogarse, fue entonces cuando la mente de San Tangalele se abrió al universo, mientras andaba bien drogado, y se dio cuenta de la triste realidad: somos un accidente de la Naturaleza.
No somos parte de un plan maestro. Fuimos un accidente de la evolución, que ha asombrado a todo el universo.
Somos los animales menos inteligentes de miles y millones de galaxias a la redonda. Un accidente, una diversión. Un experimento genético de mentes maestras. Mientras jugaban en sus laboratorios ultra modernos y con la mas alta tecnología, ahí, entre miles de experimentos, nació el ser humano.
Un ser que se dejara manejar, por la fe. Un ser que será tan egoísta, que pensara que es el único en todo el universo, Un ser al que se le dará un planeta y que a la larga, dada su naturaleza, destruirá.
Cuando San Tangalele escribió su tratado sobre las mentes maestras, y de como el ser humano invento a su Dios, todo por que no podía soportar el miedo y el vacío que le daba el no tener «alguien» a quien recurrir, con poderes infinitos, con vida infinita, con amor infinito. Todo por no comprender, y por querer darle una explicación a todo aquello que era extraño para el.
Fue cuando el vaticano no soporto mas a San Tangalele y envió la brigada especial de monaguillos ninjas a asesinar a San Tangalele a rosaria-sos sin piedad. ((*rosaria-sos = arte de golpear a alguien con un rosario.))
Así termino la vida, la historia, y el legado de San Tangalele, su tratado de «No existe un dios» y el de «Recetario para postres de marihuana» fueron confiscados por el vaticano y guardados en el sótano, en un baúl especial, donde esta, entre otros libros, la verdadera historia de «Catty la oruga» y uno que otro volumen de «National Geografic».
San Tangalele. Nosotros no te olvidamos.
jh000001 dice
de pana, es la historia más estupida y fantasiosa que jamás eh leído, mierda, que tan drogado estaria quie la escribió, para mi que «San no se coño» es producto de la marihuna y no una verdadera historia, creo que voy a dejar de fumar.
Ian Pentrix dice
Interesante historia la del padre tenia algo de razon si no me cree analizen sus propios comentarios (insultandose unos a otros)
por ahi alguien dijo «hay un poco de ficcion en tu realidad y un poco de realidad en tu ficcion» y por otra parte diganme donde escondieron lo que fumaba este padre ha de estar muy bueno.