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Si!!!!
Y que!
La historia de un guardaespaldas experto que se enamora de su clienta negra, que preciosa historia, NO MAMEN… Es una pelicula que no aguante completa sin perder control de mis funciones corporales, y la canción, Ya me tenia enfadado.
Afrontemoslo chavos, en politica, religión y arte; NUNCA nos vamos a poner de acuerdo, y el cine es un arte.
El Titanic en un pinche exito descomunal, porque? por que ganaron la lana de su vida, de eso se trataba, es un negocio.
Me atrevo a decir que todas la obras de arte incluyendo peliculas se crean para que sean vistas (debe de haber algun loco que pinta o escribe para que nadie lo vea nunca, lo se) pero en especial el cine, se crea para ser visto y consecuentemente obtener dinero o prestigio.
Alegar que una pelicula es buena, mala o basura; es inútil e interminable. Nunca falta un roto para un descosido. Sugiero que cuando de gustos o preferencias se hable (saben a lo que me refiero) traten solamente de ver los puntos de vista de los demas y exponer los suyos. NO SE PENDEJEEN unos a otros, no tiene caso insultarse; Odio el guardaespaldas y porque alguien me dice que es buena no va a dejar de desagradarme, almenos que tenga una razón extraordinaria como para verla diferente.
Veo mucho cine, de todo, y francamente voy al cine a divertirme; si quiero aprender voy a una libreria o a una escuela. No me siento culpable por reirme como estupido con peliculas completamente vacias, pero son graciosas.
Hace poco rente una pelicula que se llama «Dude, Where is my car?», estoy seguro que se me murieron de 2 neuronas, pero me diverti.
Asi que por favor diganme que la pelicula es mala, que no merece la cinta en que se grabo, pero no me digan pendejo, porque me diverti viendola.
Porque nadie esta excento de ser un pendejo.
En realidad es saludable serlo de vez en cuando, 2 de cada 5 doctores lo recomiendan (adivinen que doctores de los 5 son pendejos).

A propósito de los comentarios generados en dos posts atrás, referente a la pelí­cula Titanic, considero que sí­, que no se le puede negar las inversiones que se le hicieron (y no sólo de $$, sino de tiempo, producción, dirección, etc), que en verdad se investigó bastante, que el soundtrack le dio la vuelta al mundo, que la pelí­cula fue de las realizaciones más costosas en la historia del cine …En fin, que fue un megaproyecto y bien hecho, eso, ni quién lo dude.. pero (ahí­ viene el pero) en verdad es penosa, trinunfadora, pero penosa…

La HISTORIA deja mucho qué desear, no muestra nada antes no mostrado, no propone… Con esto quiero decir, que no hay que dejarnos llevar por la ilusión, sí­, la pelí­cula está chila, entretiene, te da oportunidad de mostrar tus sentimientos (recordemos la escena de los viejecitos acostados juntos esperando la hora de su muerte… triste, no?), y una bola de etcéteras más, pero -insisto- esos argumentos -y los anteriores- no son, a pesar, los únicos válidos: «cómo está esto?» te preguntarás «qué más quieres?» lo que quiero EN ESTA OCASION CON MI COMENTARIO es que se trate de valorar a una pelí­cula no sólo por su empaque (parafernalia, soundtracks, actores-actrices al estilo J. Roberts…) sino por lo que proponga, por su contenido, por lo que hay dentro de ella y de sus creadores: precisamente ése es el principal punto: por el proceso que ha llevado al creador a realizar tal pelí­cula: por qué la hizo así­? por qué enfatizó tal detalle…

Hay que descubrir lo que hay detrás de lo que ven nuestros ojos, y eso se logra a partir de ver pelí­culas que no sólo nos entretienen: se logra a partir de ver pelí­culas que nos desgarran, que nos lastiman por lo intenso de su contenido, por las experiencias de su creador…

Por citar un ejemplo, el viejito que dirigió el Señor de los Anillos, Peter Jackson, resulta que es considerado el rey del cine gore en Nueva Zelanda (su paí­s de orí­gen) y que (quién lo hubiera pensado) dirigió pelí­culas con alto contenido emocional y que causan reacciones encontradas en el espectador: eso es lo que espero, que nos muevan las ví­seras con sus pelí­culas y no sólo las lágrimas y los mocos, que nos hagan sentir: que nos hagan amar o si es necesario, odiar al personaje… que nos hagan ver más allá de lo que ven nuestros ojos.