Ayer se informó que el actor Corey Haim falleció en su departamento del sur de California aparentemente debido a una sobredosis.
Alguna vez considerado una de las estrellas mas conocidas del cine, la fama de Haim disminuyó considerablemente con el tiempo y es del dominio público que tuvo grandes problemas con sus adicciones durante muchos años.
Se le recuerda por su participación en The Lost Boys (1987), en una época cuando las películas de vampiros se trataban de vampiros y no eran historias sobre adolescentes enamoradas de vampiros francamente ajotados. Y también fue memorable su trabajo en la entretenida y exitosa License to Drive (1988). Despues le siguieron unos cuantos años (más de veinte, de hecho) de trabajos mediocres y en producciones francamente malas. La última vez que lo vi fue en un pequeño papel en la hyperkinetica Crank 2: High Voltage (2009) y ahora me entero de que Corey ya esta muerto.
No fue el mejor, ni el primero. Ni siquiera tuvo la fortuna de ser de nacionalidad inglesa para agradarle a varios lectores de este blog, pero Corey fue un actor que contribuyó a entretenernos medianamente con su trabajo. Y eso es algo que no todos pueden presumir.
Descanse en paz, Mr. Corey Haim. En su honor volvere a ver License to Drive por lo menos para observar a los senos de Heather Graham antes de que fueran víctimas de la inevitable fuerza de gravedad.