(Despúes de una larga ausencia de este Blog de Blogs, regreso con esta articulo a manera de homenaje a Freddie Mercury)
A escasos días de la celebración de su cumpleaños (5 de septiembre) y de su sensible fallecimiento (Hoy, 24 de noviembre); En este mundo de vivillos y compañías disqueras ídem se han editado en DVD y Bluray el documental de Rhys Miers para la BBC: Freddie Mercury: The Great Pretender [Eaglevision, 2012]; un libro de fotografías del mismo nombre y (la cara) reedición del disco Barcelona que grabó con la Diva española Montserrat Caballe.Todos estos artículos, han sido convenientemente lanzados en las vísperas de la muerte del artista y (por supuesto!) la lucrativa temporada prenavideña.
Ahora bien: ¿Que no se ha dicho sobre la comadre de comadres, Freddie Mercury (o Farrokh Bomi Bulsara, su verdadero nombre) que no esté ya consignado en algo más de un par de decenas de libros o cientos de horas en video? Es curioso que aunque (en apariencia) ya casi nada nuevo queda por descubrir de su historia personal, de su éxito con Queen, y de su doloroso ocaso y su muerte a causa del SIDA; aun queden aspectos de su vida profesional y personal que no han sido lo suficientemente explicados y que, como en el caso del documental, permiten una mejor apreciación tanto de la obra de Mercury como solista y también sobre las posteriores decisiones artístico-comerciales(sic) que los restantes Queenies en activo y su manager, Jim Beach han tomado y han dado tanto de que hablar; principalmente por el manoseo de un legado musical que por momentos parece peor administrado que el de nuestro querido Pedrito Infante.
Pero volvamos al tema. Este nuevo documental sobre Mr. Mercury se centra en aquellos años donde, la vida del cantante se adentró en el mundo fantástico (y cruel) de las súper estrellas de rock; ese donde el exceso en todos los placeres posibles es lo único que cuenta…hasta que un día terminas muerto, en la ruina, sin familia o, como en el caso de Freddie, contagiado de una enfermedad incurable y mortal en la peor década del siglo pasada para padecerla.
El documental de marras se centra pues en la carrera solista de Freddie Mercury en los ochentas; justo cuando Queen saca el peor disco de su carrera [Hot Space; EMI, 1982] y esto genera una crisis en la banda; al punto de que se encuentran al borde del truene definitivo. Tal y como lo reconoce el propio cantante, el fracaso de Hot Space se debió principalmente a que Freddie, a inicio de los años ochenta, se encontraba viviendo los excesos típicos que solo un rockstar con toneladas de dinero podría comprar. El documental es sincero en reconocer que entre los clubes gays de Nueva York y Berlin, Freddie Mercury encontró refugio para ser el mismo; sin necesidad de fingir o estar asediado por la cruel prensa inglesa y musicalmente devela la génesis del devaneo de Mercury con la música disco; su necedad de cambiar el sonido de Queen y de como esto gestó la crisis que, curiosamente, le abrió la oportunidad a un jugoso contrato discográfico como solista, mismo que le costó un enorme dolor de cabeza a la CBS por el pobre exito del primer disco solista del cantante; Mr. Badguy [CBS 1983]
Posterior a este fracaso, Freddie graba un par de excelentes discos con Queen: The Works (EMI, 1984]y A Kind Of Magic, [EMI 1986]; mismos que sirven para revalorizar a la banda en Europa; logrando un éxito sin precedente; mismo que se ve coronado con un par de shows en el Estadio de Wembley y que quedaron inmortalizados en su disco en vivo (y video) Live in Wembley 86 [EMI, 1987]. Sin embargo, para estos momentos, Freddie ya sabía que se encontraba infectado de VIH; por lo que decidió alejarse del sórdido (pero divertido) mundo del rock y dedicarse a actividades menos demandantes; como lo fue la grabación de el single The Great Pretender [EMI, 1987], la colaboración (y grabación) en un par de temas para el musical Time de Tim Rice y los siguientes discos de Queen; The Miracle [EMI, 1989] e Innuendo [EMI, 1991]; siendo este el ultimo álbum con Queen que alcanzó a ver su lanzamiento; poco antes de su muerte.
Mención aparte de este periodo rico en proyectos musicales (pero escasas apariciones en el escenario) fue la colaboración que en 1987 tuvo con la diva de la Opera, Montserrat Caballé y que generó el álbum Barcelona[Polydor Records, 1987]; mismo que tuvo un éxito limitado (por no decir gran rechazo) tanto entre los amantes del rock como los de la Opera. Incluso, Luciano Pavarotti considero este álbum como un abaratamiento de la música culta y lo desdeño; aunque, curiosamente, años después, se atrevió a hacer lo mismo junto con U2, Sitng y otros, es sus famosas “galas de caridad”.
En realidad, este álbum fue producto de la casualidad. SegúnPeter Freestone (Phoebe, ‘pa Freedie sus comadres), a principios del ’87, Freddie y el asistieron a un programa de Opera en Covent Garden (la sala más importante para estos espectáculos en Londres). Mercury era, contra lo que se pudiera pensar por los arreglos de muchas de sus canciones con Queen, ajeno al mundo de la música clásica; por lo que durante todo el programa se mostró interesado en el escenario, pero sin mucho animo; “hasta que de pronto, vi a Freddie con la mandibula desencajada, absorto y sorprendido por la mujer que estaba en el escenario” – cuenta Freestone sobre la reacción del cantante al ver a la Soprano española Montserrat Caballé. Según el relato, Freedie le comentó que acababa de escuchar a la voz más maravillosa del mundo y de ahí nació, primero, su necesidad de conocerla en persona, luego grabar un álbum y finalmente, una amistad entrañable.
El documental es revelador, principalmente porque fluye de una manera bastante orgánica; integrando trozos de entrevistas viejas de Freddie Mercury junto con otras realizadas específicamente para este documental con (principalmente) Brian May, Roger Taylor, Jim Beach y Peter Freestone (asistente personal, confidente y amigo de Freddie desde mediados de los setenta hasta su muerte); así como fotos, video y filmaciones raras y algunas hasta inéditas (como la de Freddie en una disco gay besándose y bailando con el que fue su ultima pareja, Jim Hutton).
Sin embargo, también hay momentos difíciles en el documental, sobre todo lo relacionado con el extremo hedonismo de Freddie; su pasión por el placer y los excesos; tanto en los aspectos materiales como en su gusto por los hombres y sobre todo, se hace hincapié en la perniciosa y enferma relación que mantuvo con Paul Prenter; quien por muchos años fue su amante, amigo, empleado, dealer, confidente y sobre todo, maestro en el arte de la manipulación, el chantaje y la traición.; siendo este el que, con sus revelaciones a la prensa carroñera inglesa, inició la ola de rumores sobre la salud de Freddie; principalmente por la muerte a causa de SIDA de dos de sus ex amantes; a pesar de que el mismo Freddie le pagaba a Prenter la atención medica necesaria debido a que el también tenía SIDA.
Aun con toda esta información, el documental no es amarillista, escandaloso o irrespetuoso con la memoria del querido Freddie; y por el contrario, se complementa con las otras facetas de artista, interprete y rockstar; pero también el del amigo, el compañero de trabajo y el hombre timido que con los que amaba y quería, fue siempre leal, cariñoso y en extremo, generoso.
En alguna parte del documental, Jim Beach, refiere que ya casi en el final de la vida del músico, discutían sobre lo que se debería de hacer sobre su legado musical, su imagen y su música. “Has lo que quieras con ella: úsala, explótala, remezcla mis canciones, mi imagen, mi persona, no me importa; solo te pido una cosa: Nunca me hagas ver aburrido” fue la respuesta mordaz e irónica de Freddie y, en honor a la verdad, con este documental, se hace justicia a ese ultimo deseo.
DIOS SALVE A LA REINA!!!!!
Disponible en Amazon, Mixup, el Tianguis del Chopo o en su versión bucanera en las estación del metro más cercana a su casa o trabajo.
Bonus track:
El tráiler del documental.
http://www.youtube.com/watch?v=arVda4t1et4Sigueme en twitter! @theprivatepress
Chanate dice
RBDBOY: Yo nunca he entendido el porque si Mercury tenía todo para obtener lo que quisiera, nunca le interesaron las mujeres y terminó acostándose con hombres más feos que él… hehehe.
No, no, eso es broma. Pero si me parece curioso que teniendo la manera, el Mercury nunca se haya decidido a cambiar de cara y dejar de parecer el tío del burro de Shrek. ¿Sería tan adicto al placer que le daba hueva afrontar las molestias de una cirugía estética?
Salud my RBDBOY. Es chilo verte de nuevo en el blog.