La cosa es esta: Uno va por la vida pensando que ya lo tiene todo visto, no hay nada más por ver. Toda acción tiene una reacción, una causa para cada efecto y viceversa; para cada acto una consecuencia. Estamos seguros de que todo lo que hagamos tendrá en un futuro, cercano o lejano su respectiva consecuencia (buena o mala). Y no nos metamos con el karma, mucho menos con el infierno y el paraíso. ¿Estamos?, entonces quedamos en que pa todo hay premio o castigo.
Hay, de cualquier forma, casos en los que no nos damos cuenta de los efectos de cierto acto realizado por nosotros o por los demás hasta mucho tiempo después, aun después de haber sufrido sus consecuencias. Un buen ejemplo es la muerte de un ser cercano. Por supuesto que sabemos que esa persona se murió y ya no va estar con nosotros, y también está ahí el shock inicial al darnos cuenta y el dolor del sepelio y esas cosas. Repito, sabemos que esa persona murió, pero no es hasta ver alguno de sus trabajos inconclusos, o talvez revisar su armario y encontrarnos con sus fotos favoritas o no volver a probar nunca una sopa de coditos tan rica como la que esa persona preparaba, cuando nos damos cuenta del vacío que dejaron en nosotros. Como siempre, los detalles pequeños son los más importantes, y al mismo tiempo son los detonadores que nos muestran, como la sirena de una patrulla, ruidosa e inmediata, la foto de lejos. Como se dice vulgarmente, nos acaba de caer el veinte.
Lo del veinte que te cae, no solo se aplica a situaciones extremas, ese veinte nos puede sorprender en los momentos más cotidianos y simples. Como que a veces nos caen varios seguidos de tamaño normal, o uno solo pero bien grandote. Les puedo compartir algunos de los más recientes que he recibido, nomás no se me amontonen. Será rápido y sin dolor ¬¬.
En diciembre se casó uno de mis mejores amigos. Le compré un regalo bastante decente, asistí y a su boda, en donde bailé un montón y lo había acompañado meses antes a conocer su próxima casa. Todas esas cosas me dicen que este muchacho se casó y de alguna manera estoy conciente de que así es, pero no es hasta hace unos cuantos días, cuando realmente me doy cuenta que ya está casado. No sé, vas caminando o estás viendo la tele y así, de la nada lo entiendes, â??¡A la madre, el O ya se casó!â? Y ahora sí, piensas en todo lo que viene cuando sabes al 100% que tu amigo se casó: Se acabaron las pachangas de no avisar y las idas al teibol; empiezan las responsabilidades grandes, el hombre necesita pagar su casa y un seguro de vida, además de ir creando una estrategia bélica para no perder la razón cuando venga el primer hijo. Mientras tanto, yo me preocupo por que no sé que película ver en el cine o quien es peor cantante, si Lindsay Lohan o Paris Hilton. ¿Para mí que viene? Con ese veinte, viene el comparar las respectivas prioridades y cómo ahora estamos en escalones de la vida un poco alejados. í?l es todo un señor casado, con una esposa que lo espera todas las noches con una cena caliente y sí de plano no hay cena, por lo menos los espera la cena de los pobres; en cambio yo ni novia tengo, sí acaso algunos bisnes por ahí o por allá, pero mi cena puede ser una lata de atún o unas Azucaradas Maizoro. Realmente no me estoy quejando ni nada, simplemente quiero pensar que no estoy tan mal en mi apreciación de que las cosas pueden cambiar tan rápido que uno se da cuenta hasta mucho tiempo después, ya que pasó la turbulencia, de su verdadera magnitud.
Otro veinte muy común es cuando te das cuenta de que ya diste el viejazo. A mi me cayó cuando mi primito de doce años se sentía incomprendido porque pensaba que Eminem no recibía el respeto que merecía. Para él, Eminem es como el héroe de su generación, para mí lo eran Pearl Jam y Nirvana. No les voy a contar su respuesta cuando les pregunté si los conocía. (Hablando de celebridades, me acaba de caer el veinte de que actualmente vivo en la misma colonia en la que vivía Yahir antes de ser toda una estrella. Qué bien, como no tengo ninguna gracia física, es decir, no puedo voltearme los brazos al revés ni sacarme un ojo, esa sería mi gracia si algún día los del MTV vienen buscando â??talentosâ?. â??¿Qué sabes hacer, gordito?â? â??Ehm… pues… ¡vivo donde vivía el Yahir! í?nanse al clú que presido, Todos Alucinados con la Locuraâ? Fama, fortuna y una sección en Tempranito para mi solo).
Para no hacerla más larga (jeje) trataré de ser breve con mi último veinte. Ya voy para el año escribiendo en el blog. Después de un tiempo me doy cuenta de que todo lo que he escrito, la mayoría puras sandeces, puede ser usado en mi contra. Se supone que todo esto es anónimo y que puedo decir lo que quiera, pero ¿qué tan anónimo puede ser realmente? En la calle, he conocido gente que sabe que yo, la persona que está frente a ellos, escribe en el blog. Eso sin contar a todos a quienes les he dicho voluntariamente. Gracias a Dios no escribo cosas demasiado personales, como lo hacen otros bloggeros, los únicos peligros latentes podrían ser los que se enojaron cuando escribí las 5 cosas que no tienen razón de ser, o que las decenas de fans de Maná que se amontonaron para recordarme a mi amá cuando les hice un humilde homenaje averigí¼en mi dirección. Pero no lo creo. Después de todo, esto solo es un blog donde no nos tomamos las cosas tan en serio y al final del día solo exponemos nuestra opinión y escuchamos la de los demás, ¿no?
¿Y todo esto va algun lado? Talvez hay una pequeña moraleja… o a lo mejor la realidad es que el que escribe nomás estaba cantinfleando un poquito para darle al lector tiempo de que le cayera el veinte de que estaba leyendo un post demasiado largo y que toda esta cosa de los blogs le está quitando, como a mí, un buen cachito de tiempo para realizar sus quehaceres cotidianos :D.
karla dice
shin…………me cayó el 20…
fernanda dice
Jejeje, pues es un cachito de tiempo que merece la pena cuando te distraes de tooodas esas cosas de las que NO quieres que te caiga el veinte 😉
Ana Flores dice
K PADRE………….
YO KIERO SER VECINA DE YAHIR!!!!!!!!!
(imaginate)mmmmmmmm…….