Como no soy senador, hoy acabo de llegar a México de mis vacaciones. No le tuve que pedir permiso a nadie y menos pedirle alguna disculpa a mi jefe.
Fui a Los Cabos y de verdad, me quedé muy impresionado de lo rápido que lo volvieron a poner de pie. Me imagino que el gobierno federal y el gobierno del estado tuvieron mucho que ver en su reconstrucción.
No sabes, mi querido Ernesto, lo maravilloso que fue ver a la gente trabajando. Sí, meseros, recamareras y albañiles laborando con una sonrisa de oreja a oreja. Fue una experiencia magnífica. Mis muy queridos amigos Ricardo, Jorge y Memo celebramos ver a la gente trabajando con su enorme sonrisa.
En fin, fue un puente muy relajante y muy a gusto. Nada más que, a diferencia de ti, nosotros —en este puente— fuimos a México y vimos el Super Bowl por la tele. Y te tengo que confesar algo: Ninguno de mis cuatro amigos irá a Arizona mientras gobiernen la asquerosa gobernadora racista y el cerdo del sheriff Arpagio. Racistas asquerosos que odian con gran pasión a los mexicanos ilegales y legales. Situación muy diferente al Super Bowl del próximo año, que se jugará en la adorable ciudad de San Francisco.
En fin, Ernesto, tú fuiste a Arizona y yo no iré nunca a ningún lugar donde discriminen y odien a los mexicanos. Sea Super Bowl o lo que sea… pero el motivo de mi carta no es tu viaje a Arizona, sino el cómo te la están armando los dirigentes de tu partido porque fuiste, en lugar de asistir a la apertura de las sesiones en tu Cámara.
Creo que Madero y compañía están exagerando mucho tu ausencia al primer día de sesiones. Yo opino como tú. Es mucho más importante el Super Bowl que una, dos o cuarenta y tres sesiones de ustedes en la Cámara.
¡Mucho más! En un Super Bowl como el de ayer, nada se le compara. Imagínate que hasta cambiaron la hora del partido de las Chivas, porque nadie iba a asistir a verlas. Lo único que no entendí fue por qué lo cambiaron de día si de todos modos nadie iba a ir, pero en fin… ésa es harina de otro costal.
Pero regresando al tema de las declaraciones del presidente de tu partido, sigo sin entenderlas. ¿Por qué crees que sus declaraciones se convirtieron en noticias de primera plana? ¿Por qué la están haciendo tanto de “tos” porque fuiste a Arizona? ¡No me queda claro! Sobre todo cuando tus colegas de todos los partidos faltan más a las sesiones de la Cámara que cualquier estudiante que se va de pinta.
En fin, Ernesto, te doy un consejo: No le hagas caso a nadie. Lo que hiciste fue correcto. Sobre todo que la apertura de sesión es protocolaria y dura solamente diez minutos. Sigue disfrutando tu vida. Sigue siendo el delfín de tu patrón Felipe. Sigue disfrutando de todo. No le hagas caso ni a Madero ni a nadie. Sigue siendo senador otros tres años, porque seguro nadie te va a correr. Porque, a propósito del tema, nadie sabe lo que va a pasar dentro de tres años.
Excepto que de lo que sí estamos seguro al cien por ciento… Es que no volverás a ser candidato a la presidencia.
Por: Carlos Alazraki
razón@alazraki.com.mx
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