Leyendo el artículo que Carlos Marín publica en el diario Milenio, donde critica severamente un tristemente célebre blog de política mexicana, me hizo reflexionar sobre la importancia actual de los medios alternativos para difundir información.
Y es que el tan mentado concepto de «periodismo ciudadano» tarde o temprano termina molestando a los analistas y reporteros profesionales (esas personas que estudiaron una carrera y cursaron una maestría en periodismo) que se indignan de que hoy prácticamente cualquier persona puede escribir y tener público que lo siga.
Yo creo que hay espacio para todos, para los «ungidos» que se sienten casi con «derecho divino» para comunicar los hechos y también hay lugar para el ciudadano común que por alguna casualidad esta en el lugar y momento de los sucesos con una cámara.
Pero ¿Es verdad que nosotros controlamos esta era de la información? ¿Que nosotros los cibernautas anónimos a quienes la revista TIME nos nombro Personaje del Año en 2006 tengamos un papel fundamental por desempeñar? ¿Sera posible que los medios tradicionales vayan directo a extinguirse?
A pesar de que la blogósfera ofrece toda clase de información actualizada, contrario a los medios impresos que siempre reportan las noticias de ayer, el problema de los contenidos de Internet es que no pasan por ningún filtro y a veces carecen de rigor informativo.
Sin embargo, el que literalmente miles o millones de personas podamos consultar a cada minuto la información actualizada que esta disponible en Internet no es algo negativo ya que genera una explosión de interacción que genera una conciencia colectiva que puede influir sobre una realidad social.
Ahora pues, dejemos que los periodistas profesionales se preocupen por hacer su trabajo y sentémonos comodamente para terminar de comprender exactamente hasta donde llega nuestro alcance en este nuevo mundo que todos estamos forjando en este futuro que aun no termina de alcanzarnos.