Ahhh, un día de brujas más, o como los gringos le dicen:Halloween. Independientemente de ser un tema de inspiración de varias películas mas malas que buenas, en días como este no falta el devoto que insiste con que es un día dedicado al Diablo y a la brujería y por lo tanto es condenable participar en esa celebración.
Muchos creyentes se sorprenderían si de verdad leyeran entre líneas su propia Biblia, donde se relata claramente como Jesús tuvo contacto con demonios e hizo invocación de espíritus de personas muertas, precisamente actividades que según el Pentateuco son algo abominable a los ojos de Jehová (Deuteronomio 18:9-11).
Para mayor ejemplo podemos leer la historia de la resurrección de Lazaro y la â??charlaâ? de Jesús con los demonios que habitaban en el endemoniado gadareno (o endemoniados, en plural, según el evangelio de su preferencia). Es innegable que los relatos de los evangelios ponen a Jesús a conjurar al espíritu de un muerto (Lázaro) y en ellos vemos que se comunico en varias ocasiones con espíritus malignos y/o demoníacos en un esfuerzo por sacarlos de los cuerpos de personas poseídas.
Como lo mencione antes, en el pasaje de Deuteronomio 18:10, Mister Jehová prohíbe este tipo de actividades, sin especificar la razón. Es la misma definición de necromancia: Conjurar o comunicarse con espíritus para que algo suceda, cualquiera que practica esta actividad, comete una abominación. Nadie debe conjurar a los espíritus de los muertos, la propia escritura no admite excepciones. Excepto claro, que Jesus debido a su supuesta naturaleza divina gozara al más puro estilo de nuestros legisladores mexicanos, de una especie de fuero celestial que le permitiera pasar por encima de las leyes que el mismo ayudó a formular.
A fin de cuentas, si nos atenemos a lo que predican las escrituras, parece ser que sin importar si estamos cerca o lejos de Jesus, de todas maneras seguimos cerca del Diablo o de sus seguidores. Que cosas ¿no?
¡Feliz Día de Brujas!