Columna escrita por Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo del finado Luis Donaldo Colosio Murrieta ex-candidato a la Presidencia de la Republica.
La tragedia no te hace a prueba de balas… pero sí las aguantas mejor que los demás… Esta es, quizá, una de las más importantes enseñanzas que la vida hasta el día de hoy me ha dejado. Sin embargo, cada golpe —por sutil o insignificante que pudiera parecer— tiene, tarde o temprano, una cierta manera artera de llegarnos a donde más nos duele. México ha sido ya, por muchos años, un país desorientado, irresponsablemente mal aconsejado y, peor aún, social y moralmente desahuciado.
Al enterarme del sensible fallecimiento de Rodolfo Torre Cantú, candidato a gobernador para el estado de Tamaulipas, sentí un grave y profundo malestar. Esa clase de molestia que impide que uno descanse por las noches, esa angustia inexplicable que nos arroja fuera de nosotros mismos y nos roba maliciosamente de una realidad coherente y explicable. Rodolfo fue mi amigo, y aunque lo conocí muy poco, no lo niego, tenía fe en su persona. No por su partido o propuestas de campaña, sino por su integridad como ser humano que, desde el momento de estrechar su mano, se apreciaba en ondas cálidas de autenticidad y franqueza. Mi más sentido pésame a su familia y amistades, muchos de ellos míos también, por esta irreparable pérdida.
Ahora bien, más allá de la trágica pérdida de este extraordinario ser humano, así como del candidato a presidente municipal por el municipio de Valle Hermoso, Tamaulipas, quien falleciera en similares circunstancias, debo asentar una reflexión: ¿qué más hemos perdido? Como nación, México está entrando a una delgada línea entre la sanidad y la locura, donde el arrebato de pasiones se desbordan en direcciones que no demuestran ser favorables para nadie. ¿Pero qué diablos le está ocurriendo a México? Ahora el crimen organizado ha enviado un mensaje claro y fuerte y que resonó tan duro y potente como metralla: la democracia en México también es asesinable. Más allá de la corrupción enmohecida dentro de nuestras instituciones, ahora cargamos con esta nueva amenaza que atenta en contra de todos los niveles de gobernabilidad y soberanía que antes creíamos ostentar como nación.
Se me viene a la mente aquel promocional de Iniciativa México y no puedo sacarme de la cabeza una cierta frase que detonó en mí la reflexión de un tema que ya venía yo acuñando desde hace meses, “cada cien años México se propone hacer algo grande”. Lo cierto de esa frase es que cada cien años, desde la institución de este país como uno independiente y autónomo, México vive ciertamente algo grande. Una afronta bélicosa para garantizar nuestra continuidad como nación, y que se desata una vez por siglo. Primero por nuestra independencia. Después por nuestra democracia. Hoy, sin darnos cuenta, estamos ya todos involucrados en medio de una guerra que estalló hace algunos años y que invariablemente nos afecta a todos. México está viviendo ya su tercera insurrección y somos nosotros, sus ciudadanos, sus principales caudillos, ya que en nosotros está el poder de resistencia y fe que nuestra nación requiere para salir avante. Paciencia y fe…
Esta guerra que vivimos en contra del crimen organizado, cuyo propósito ha sido hasta ahora el de contaminar y corromper las fibras más hondas de nuestra integridad como país democrático e independiente, era algo que se veía venir, algo que quizás tarde o temprano tenía que pasar, y sin embargo creo que nadie dimensionábamos la magnitud del culatazo de nuestras propias armas, y más aún, que el enemigo estaba ya hábilmente consolidado entre nosotros. Paciencia y fe…
¿Y qué nos corresponde a nosotros como ciudadanos? Supongo que esperar, y aún así no sería suficiente. El día en que exista sinergia entre sus ciudadanos, México tendrá esa cohesión nacional que tanto necesita. El repudio a nuestras instituciones es comprensible, mas nunca productivo si no se acompaña de un auténtico deseo e intención de “sanitizarlas”. ¿Reformas? ¿Marchas? ¿Protestas? ¿¿Funcionan?? El día en que nos interese lo que está sucediendo en nuestro país lo suficiente como participar en la medida en que nos sea posible, ese será el día en que la democracia en México recobre las fuerzas necesarias para dar réplica a esta ola de incertidumbre por la que estamos atravesando. ¿Quién se une? Paciencia y fe…
La pérdida de hombres como Rodolfo Torre Cantú a manos de esta guerra es algo inaudito, reprochable, abominable. Algo que no creíamos que fuera posible por que tal vez no habíamos dimensionado la gravedad de nuestra propia situación y del daño colateral que nosotros los mexicanos recibimos a causa de ella. Yo le tengo amor y fe a este país. En él nací y crecí, y será este suelo el que me verá morir, aunque desgraciadamente continúan sucitándose situaciones que me decepcionan de mi patria, y para rematarme, la fría estocada de la indiferencia de sus ciudadanos. Qué lástima, y yo que creí que México ya había superado aquella lamentable etapa de asesinar a sus candidatos…
Twitter: @colosioriojas
Fundador del despacho Basave, Colosio, Sánchez Abogados, y catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Nuevo León
Sergio dice
…sin palabras…
Cerebro dice
Que lástima que a estas alturas de la vida sigan ocurriendo estos sucesos. Ya pasaron 17 años del atentado contra Colosio y parece que no hemos aprendido la lección.
RBD Boy dice
Creo que lo que necesitamos como país, es una (figurativa) patada en las nalgas. Vivimos en el limbo de la indiferencia, la ignorancia y el hastio de nosotros mismos. Hemos dejado de interesarnos en lo que pasa alrededor de nosotros y nos centramos en sobrevivir en nuestra comoda realidad y ahí nos hemos asentado.
El caso del «sapo hervido» sea una parabola de nuestra realidad nacional:
Se dice que el sapo, en cuanto siente que la temperatura del agua donde vive, sube de manera considerable, salta para ponerse a salvo; pero que si poco a poco, el agua va subiendo la temperatura, el sapo no se da cuenta y finalmente, cuando quiere escapar, ya es imposible.
Eso mismo nos ha pasado. Hemos sido tan indolentes y egoistas con nuestra propia existencia, que poco nos interesó lo que pasaba alrededor de nosotros y ahora, que las cosas han llegado a un nivel que nos pone no en la colombianización del país, sino en una guerra narco-civil, entonces si, nos ponemos a lloriquear nuestra derrota … pero sin que hagamos algo al respecto.
El desencanto nacional y la apatía en la que vivimos pasa tarde o temprano su factura y estamos pagando nuestro egoismo y el de nuestros padres. Lo del narco no es cosa de un sexenio. Es la consecuencia de la corrupción, la manupulación y sobre todo, de nuestro fracaso como país al que hemos dejado sea administrado por gente que es reflejo de nosotros mismos como pais: Un país de egoistas, aprovechados y sobre todo, faltos de identidad.
Desgraciadamente, el panorama ya no es propicio para soluciones consensuadas en busca del bien común. Estamos a un pie de que las cosas cambien de manera violenta y radical. La lucha por el poder nunca fue ideologica. Siempre ha sido la del poder por el poder y sobe todo, por la conservación de esos grupos de familias privilegiadas que han pasado de la subyugación «institucional» de sus siervos vía una simulación de regimen politico «democrático» hasta la predominancia del poder del dinero que el narco da.
Y si algo es cierto, es que no hay fuerza más violenta que las que genera el miedo de perder lo que (según politicos y narcos) han logrado «con el sudor de su frente».
En fin!
Besitos!
alcoholico dice
oink oink oink !!!
los carteles de la droga son internacionales…. tu crees que solo los mexicanos estan metidos en el territorio nacional en el negocio de la droga ??
no mamesssssssssss !!!
juli dice
Lo bueno es que «vamos ganando la guerra contra el narco» y que solamente hay uno que otro daño «colateral».
Talvez solo se trato de un «ajuste de cuentas entre bandas rivales»….etc.
juanparty dice
no mandes besitos cabroon!!!
juan_loko13 dice
Besitos (solo para las nenas del blog)
Va que va para una nueva aventura mexicana al estilo 1810 y 1910.
rancero chido dice
Es verdad que en otros paises tambien hay narcotrafico, (narcos y consumidores), pero no al nivel ke vive nuestro pais, Mexico es por consecuencia daño colateral de los carteles que en su afan por introducir la droga a USA nuestro vecino del norte, parte de la problematica que todo esto implica, es por eso toda la violencia ke ahora estamos viendo, Es decir si Mexico estubiera en el cono sur o lejos de USA no estariamos sufriendo estas consecuencias de la guerra entre carteles por disputarse la plaza.
superKT dice
lo más triste es q nos damos cuenta de lo que pasa y duele, pero nos es más interesante esperar a ver si otro lo resuelve
juanparty dice
pues claro superkt, que chingados me voy andar metiendo a resolver problemas con el narco.
Antonio dice
El mismo día que felipe calderon usurpo la presidencia de México quedo sellado nuestro destino como nación; ese destino que desafortunadamente es ya ineludible, es la desaparición de lo que hoy entendemos por México, el futuro nadie lo conoce, pero es muy probable que sea la desintegración de la federación; tal vez en estados independientes que se erigirán como nuevas naciones. Pero el proceso será largo y demasiado violento, tanto que; el grado de violencia actual parecerá un jardín de niños, hoy vemos que hasta aquellos que veían en felipe calderon la opción mejor contra el PEGE, lamentan su poca sensatez en votar por un vil ladrón como lo es felipe, muchos lo hacen a costa de la sangre de sus seres queridos derramada por la ocurrencia de un inepto gobernante que ha incendiado este país de la manera mas irresponsable.
Hoy todos los Mexicanos sabemos; y los que aun no se han dado cuenta pronto lo aprenderán, que la mejor inversión, no son los autos, terrenos, casas, o joyas, hoy por hoy en México la mejor inversión es un rifle de asalto, aunque hoy baratos, el día de mañana subirán de manera exorbitante su precio (Les recomiendo comprar uno lo mas pronto posible) debido a la significación que tendrán en un futuro no muy lejano, la repercusión de tener o no un AK 47; será por demás sencilla; será la diferencia entre matar o que lo maten a uno, muy simple ¿verdad?.
A los jóvenes le recomiendo que le tomen cariño al conocimiento, la ciencia y la cultura servirán de mucho a todos aquellos que se acopien de ellos, aprendan todo lo que puedan, estudien con ahínco para que el día de mañana puedan sobrevivir al proceso mencionado arriba. Saludo a todos y que Dios nos ayude.