Bellas con D de ¡Dios mí­o!

En el octavo mes del siglo XXI del Señor, vino a mi palabra de Onán diciendo: Predica mi palabra y salva al Blog de blogs de tanta joterí­a que promueve el(la) Aries.

Cof, cof. Permí­tanme apagar mi carrujo y ahorita seguimos hablando.

¿En que ibamos? Ah si. Como se me acabaron las vacaciones, ha llegado el tiempo de hablar y mirar acerca de las maravillosas mujeres célebres que hacen mas llevaderos los dí­as de oficina.

DEMI MOORE. Todo un clásico. No existe en el mundo un hombre mayor de 13 años que no le haya visto sus senos desnudos (Excepto Jose Feliciano y Andrea Bocelli). Se convirtió en una gran celebridad gracias a su escena de alfarerí­a húmeda a ritmo de Unchained Melody con Patrick Swaizce encaramado a su espalda en la infame pelí­cula Ghost, que fue doblemente infamiada con su tí­tulo en español.

Tiempo despues mantuvo su buena racha gracias a que vendió su cuerpo por un millón de dólares a un ruquito llamado Robert Redford, lo que provocó un curioso fenómeno mediático en el que cada chamaco de nivel secundaria para arriba le preguntaba a su compañerita, prima y maestra que si por cuanto se animaba a tener una noche de sexo. Lo cual incrementó notablemente durante ese año el nivel de ahorro nacional ¿No le interesará el puesto de Presidenta del Banco de México?

Demetria actualmente tiene 45 años, pero desde que anda de novia con Ashton Kutcher, dice que se siente de 20 por dentro.

DIORA BAIRD. Joven actriz norteamericana cuyos enormes senos le han servido para abrir muchas puertas (figuradamente hablando, claro). Participo el año pasado en la grandiosa pelí­cula «The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning», desgraciadamente fue un papel sin mucho éxito porque no alcanzó a sobrevivir al final (Una disculpa por el spoiler).

Como toda buena chica que pretende ser mala, apareció en Playboy sin ropa como protesta contra la moda de las anoréxicas amantes de las hojas de lechuga. Si alguien sabe de que color son sus ojos, le encargo que me diga, porque al mirar sus fotos nunca he llegado a verselos.

DENISSE RICHARDS. Aunque la ex-ñora de Charlie Sheen actualmente luce acabadona y sus dí­as de gloria onanista han quedado cada vez mas lejos. Su nombre y sus pechos quedaran grabados por siempre en las memorias de los que fuimos testigos de la casi siempre menospreciada pelí­cula-obra de arte llamada «Wild Things». Su actuación en dicha joyita del celuloide es un buen ejemplo de lo que todas las «buenas» actrices deberí­an de hacer para sobresalir. Sin olvidar claro, su tardí­a presencia en la revista del conejito. Denisse fue el prototipo de una chica bella y deshinibida que hasta disfrutaba manejando naves espaciales en una guerra contra insectos aliení­genas. Que Onan la conserve en su gloria.

DONNA D’ERRICO. Madura actriz que saltó a la fama gracias al semillero de talentos y nalgas, digo tangas, como lo fue el programa de TV «Guardianes de la Bahí­a». Sigue comiendo gracias a su participación en proyectos tan elocuentes como Candyman 3, entre otros sucesos fí­lmicos totalmente olvidables.

Un onanista saludo para la Donna, por no tener pudor para mostrar que ella si es rubia natural.

TRILLIZAS DAHM. Si alguna vez viera en persona a Erica o a Jaclyn o a Nicole, seguramente no me impresionarí­a demasiado. Y es que a pesar de ser rubias, delgadas y con un cuerpecito que apenas supera la «normalidad», el encanto de estas damas es que tienen otras dos hermanas idénticas. La lógica de su atractivo es sencilla: Si es agradable mirar o tocar partes de la anatomí­a femenina que son únicas o vienen en pares, que sean tres o seis se vuelve algo increí­blemente motivante.

Claro que la realidad prueba que difí­cilmente se puede ser del selecto grupo de hombres que pueden tener disponible un mismo cuerpo por triplicado, pero afortunadamente la realidad no tiene mucho que ver cuando se trata de fantasear o en su defecto de tener fe ciega en los misteriosos caminos onanistas.

DIANE LANE. Dianis para los cuates, es una prolí­fica actriz que a sus casi cuarenta años hizo lo que pocas mujeres pueden hacer sin provocar asco, risa o lástima: Aparecer desnuda en una pantalla de cine. Lo cual la coloca automáticamente en la lista de Mujeres en Proceso de Canonización Onanista. Me quito el sombrero con mi mano derecha ante una dama de verdad bella y talentosa.

Finalmente, quedaron fuera de esta lista nombres como DOMINIQUE SWAIN, que encarnó de manera decorosa a la Lolita de la segunda versión del filme del mismo nombre. Dominique volvió loco a Jeremy Irons y de paso a uno que otro espectador. El tema de las lolitas es tan interesante que merece un post propio en el futuro próximo.

También en esta lista pudieran haber aparecido KRISTENCITA DUNST, que en realidad es flaca, pálida y dientes chuecos, pero tiene la gracia de aparecer bien bonita y sexi en algunas de sus pelí­culas.

O DANICA MCKELLAR, que nunca se quitara el estigma de ser la Winnie Cooper del programa de TV Los Años Maravillosos. ¿O que tal DREW BARRIMORE? Que con todo y lonjas pudo dar patadas voladoras en la infumable saga de Los íngeles de Charlie. Sin olvidar claro a «nuestra» DORISMAR, que ya ha sido previa y ampliamente vista y alabada aquí­ en las páginas del Blog de Blogs.

Que Onan las siga conservando en su santo camino. Busquen la paz y sí­ganla.