A 4 años de su partida…

Hoy ya hace 4 años se nos fue el Juan chido el viejofu.

Se le extraña y se le sigue recordando como ese personajazo que fué, como ese gran amigo que era.
Y si algo sabemos los de antaño, es que el Juanito tenía una extraña y maniacona fijación por las doñigüis asi del tipo de la mamá del tupadre y del Don Bola
A quienes por cierto el Juanito consideraba ya como sus retoños, más que hijastros, como a sus propios hijos, a los que seguido
Les recordaba precisamente a su progenitora madre jejejeje.
Como olvidar también esa frecuente alusión hacia lo bien que se habia portado la madre naturaleza con él, dotándolo de Kilo y medio de chorizo jajaja 🙂
porción que se peleaban las dos frondosas señoras arriba mencionadas.
El Juanito donde quiera que esté de seguro ya encontró consuelo en algún par o pares de brazos -y piernas- celestiales que lo cobijan.

Recordemos al Juanito con un post que habla precisamente de esas rarezas sexuales de las que tanto le gustaba experimentar.
Leámos entonces un poco acerca de las parafilias. 🙂

La palabra filia se deriva del griego “Philos”, que significa amor, tendencia o simpatía. Lo anterior no nos evoca nada extraño, pero cuando nos referimos a ciertas, prácticas o situaciones que nos llevan a la excitación sexual, nos referimos a las parafilias, es decir, tendencias que involucran la utilización de objetos poco comunes.

Las parafilias reciben el nombre de trastornos de inclinación sexual, de algunos trastornos mentales y del comportamiento. En Descripciones clínicas se distinguen como entidades nosológicas: Exhibicionismo, fetichismo, froteurismo, pedofilia, masoquismo sexual, transvestismo fetichista, voyeurismo y la parafilia no clasificada en otra parte, definiéndose las parafilias como: impulsos sexuales, fantasías, o comportamientos recurrentes e intensos que implican objetos o actividades poco habituales.. Una de las parafilias que menos se menciona es la gerontofilia.
La gerontofilia. Se definió como las actividades sexuales con personas ancianas, actos o fantasías, la cual constituye la especificidad fundamental, es decir, cuando el varón o la hembra se activan sexualmente solo y únicamente con ese administrador, en este caso, personas ancianas.

Las Parafilias son tachadas por algunos como anormales o perversiones, sin embargo,
¿quién determina lo que es normal?, ¿quién tiene la última palabra?
Independientemente de las creencias y formas de vida de cada quien, aquí van ennumeradas ocho parafilias sexuales más conocidas, desde las más escuchadas hasta las más extrañas.

*.- Pedófilia: Es la atracción sexual que siente una persona adulta hacia los niños, y al menos en México, es una de las prácticas más polémicas y criticadas por la sociedad. Como sabemos los pedófilos son aquellos que entre otras cosas tienen fantasías sexuales intensas o recurrentes, impulsos sexuales o comportamientos que implican actividad sexual con uno o varios niños.

*.- Necrofilia: Existen personas que literalmente se sienten atraídas por la muerte, y no es para menos. Necrofilia es una palabra de origen griego que se traduce como “atracción por los muertos”, esto es, en términos sexuales, lograr excitación con cadáveres. Se trata de otra práctica moralmente prohibida. En pocas palabras es faltar a la memoria de los fallecidos.

*.- Coprofilia: Es una de las parafilias a las que tanto recurría el Marques de Sade en sus narraciones. Se trata de la satisfacción sexual alcanzada por oler o probar heces fecales o bien, ver a la pareja defecar. De esta “singular” práctica se deriva la coprofagia, que consiste en ingerir excremento, algo que sin duda alguna no es bueno para la salud.
Para aquellos que no sepan, a esta parafilia también se le conoce como “lluvia marrón” y generalmente es practicada por el colectivo BDSM (Bondage y Disciplina; Sadismo y Masoquismo) así como por los que muy en lo recóndito de su ser, gustan de ingerir lo ya ingerido y masticar lo ya masticado. ¿Ya se animaron?

*.- Zoofilia: Se define como la excitación sexual con animales, generalmente perros. Algunas personas consideran esta práctica como antinatural, entre ellas el filósofo y autor Peter Singer, quien está involucrado en movimientos por los derechos de los animales. Aunque la investigación de la zoofilia se muestra optimista y apoya a los zoofílicos en su mayor parte, la cultura general es hostil al concepto de la sexualidad animal-humana. Un dato sorprendente: existen personas que establecen a la zoofilia como forma de vida, y es que de acuerdo con siquiatras, quienes la practican ven en los animales algunas virtudes de las cuales los humanos carecen, como la honestidad. Tan es así que esas relaciones sexuales con animales pueden estar basadas en relaciones similares a las conformadas por humano-humano.
El tema es además antiguo y de larga tradición. La mitología griega es muy rica en actos zoofílicos de mujeres con toros, cisnes (únicas aves que poseían un pene eréctil) y otros animales. Los dioses adoptaban la forma animal para poseer a las féminas que deseaban. No sólo no se consideraba una perversión, sino que se ensalzaba como forma excepcional de culto.

*.- Gerontofilia: Dicen por ahí que la mayoría l@s prefiere madurit@s, por aquello de la experiencia, pero ¿qué tanto? Pues bien, esta parafilia, practicada por jóvenes, consiste en la búsqueda de una pareja sexual pasadita de los ¿60, 70, 80 años? Tiene dos variantes: la alfamegamia (atracción por un hombre entrado en años) y la matronolagnia (atracción por una mujer mayor).
Algunos sicólogos han explicado que la atracción por personas mayores tal vez provenga del porte reconfortante de los individuos maduros, que es con frecuencia determinante. La gerontofilia puede también derivar de la inteligencia, experiencia y calma de las personas de edad, que los hace ser capaces y estar preparados para escuchar al otro.

*.- Urolofilia: Orinar en público, ver orinar a alguien, orinarse encima de alguna persona durante el acto sexual o ser orinado, ya sea en el cuerpo o la cara, e incluso beber la micción, son las variaciones de tan “singular” parafilia, denominada así debido a que la fuente del placer no sólo se encuentra en la penetración, sino en alguna otra actividad, en este caso: orinar. Aunque no se sabe bien a ciencia cierta el surgimiento de dicha parafilia, conocida también como “lluvia dorada” el antecedente más inmediato se encuentra con el Marqués de Sade, uno de los pocos que ha podido describir con verdadero lujo de detalle en dónde se encuentra la satisfacción sexual.

*.- Salirofilia: Consiste en obtener placer sexual al ensuciar o desaliñar el objeto de deseo de uno mismo, normalmente una persona atractiva. Puede incluir romper o estropear su ropa, cubrirlos con barro o suciedad, ensuciando su pelo o estropeando su maquillaje. Este fetichismo no incluye dañar o herir al sujeto, sólo su apariencia.
Esta práctica se encuentra relacionada la misofilia (excitación antes de realizar el acto sexual y en el transcurso, con la intermediación de elementos poco higiénicos, no lavados o sucios) o coprofilia (excitación sexual con el excremento), pero incluye otras situaciones como forzar a la pareja a ponerse ropa rota o poco atractiva.

*.- Agorafilia: Si son de las personas que les excita tener relaciones sexuales en lugares públicos, entonces sean agorafílicos. Esta práctica goza de gran popularidad entre los jóvenes, quienes la ven como una parte de su vida llevada al límite, de esta forma rompen las reglas establecidas y le fijan un sentido extremo. Hacerlo en el parque, la plaza, los baños del cine, el restaurante, o simplemente un callejón y a medio día, son algunos de los lugares públicos más frecuentes en los que aquellas personas, imposibilitadas para controlar su encendido deseo sexual, prefieren para tener relaciones sexuales, a la vista de unos cuantos y sin importar quién los mire.
(Con información de; anodis.com)

🙂 Y ustedes respetables blogger@s cual de estas parafilias han experimentado? Cuál les parece las más extraña de todas? Saludos! Y buen fin de semanita 🙂