Una buena noticia.

Para los que estaban preocupados, porque creí­an que sus hijos iban a seguir pagando la deuda del FOBAPROA, uno de los estandartes de batalla de la campaña del Peje, ya es oficial que no va a ser así­. Esa deuda ya no existe. Claro que aun vamos a seguir ´pagando´y viendo las consecuencias del rescate de hace 12 años, así­ como todaví­a pagamos por los errores de otros gobiernos pasados, pero en términos legales y jurí­dicos, hasta donde entiendo, la deuda ya se pagó.

La nota publicada en el diario El Economista del dí­a de hoy:

«De acuerdo con el â??Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas y la Deuda Públicaâ? al segundo trimestre del 2006, presentado esta semana por la Secretarí­a de Hacienda y Crédito Público, el saldo del Nuevo Programa pactado en julio del 2004 entre el Instituto y Banamex, Bancomer, Banorte y HSBC quedó en ceros al cierre de junio.

De esta manera, el monto total del pasivo que representaban los pagarés Fobaproa después de las revisiones que se hicieron a los bancos, el cual superó los 220,000 millones de pesos, fue cubierto en el transcurso de 23 meses, operación financiada principalmente por la emisión de bonos del Instituto.

Mario Beauregard ílvarez, secretario ejecutivo del IPAB, explica que el Fobaproa se extinguió legalmente en septiembre del 2004, y con el pago del saldo total de este pasivo el capí­tulo del rescate bancario quedó jurí­dica y financieramente cerrado.

â??A la fecha no existen pasivos del Nuevo Programa por liquidar, toda vez que dichas obligaciones fueron ya pagadas en su totalidad. Desde un punto de vista jurí­dico, los contratos que en su momento fueron suscritos con las instituciones bancarias para formalizar el Nuevo Programa y el intercambio de pagarés fueron cumplidos en su totalidadâ?.

â??La liquidación anticipada le permitió al IPAB un manejo más eficiente de su liquidez, toda vez que se redujo sensiblemente el nivel de recursos lí­quidos que hubiese sido necesario mantener en la tesorerí­a del Instituto â?? principalmente a finales de 2005 -, con el fin de liquidar sus obligaciones y sin presionar los mercados de financiamiento, evitando con ello los riesgos inherentes al refinanciamiento y sus implicaciones en costoâ?