Les recomiendo leer detenidamente esta columna sobre Morena de Pablo Hiriart, y analizarla con objetividad antes de empezar a criticar, o endosar adjetivos calificativos. Informense bien sobre el personaje que ocupa parte de esta columna, el nuevo diputado plurinominal por el PT Jaime Bonilla, que hasta hace 5 meses era parte del partido republicano en Estados Unidos, e impulsor de la causa racista y antimigrante.
Por: Pablo Hiriart
El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que aspira a ser partido político, es un proyecto personal. Y si en el PRD piensan que podrán hacer un Frente de Izquierda (“estilo Uruguay”, les gusta decir) para ganar la Presidencia en 2018, más vale que se vayan enfriando.
Tal Frente sólo va a existir si el candidato es López Obrador. Falta mucho, muchísimo para el 2018. Pero es bueno que los que se quedan en el PRD reflexionen a tiempo.
Que no se hagan ilusiones u ofrenden candidaturas, sacrifiquen alianzas o cercenen sus posibilidades de crecimiento en aras de un futuro Frente de Izquierda (“estilo Uruguay”) para las remotas elecciones presidenciales.
Un buen retrato de lo que es Morena lo refleja el diputado por el Partido del Trabajo, Jaime Bonilla, quien ocupa una curul en San Lázaro por obra y gracia de su reciente cercanía con López Obrador.
¿Qué méritos tiene Bonilla en el flanco progresista?
Ninguno. Su mérito fue poner a disposición de López Obrador un canal de televisión abierta, cuatro estaciones de radio y nueve canales de cable, de su propiedad, en Estados Unidos.
El punto importante no es que Bonilla haya sido estadounidense hasta una semana antes de las elecciones en que fue electo diputado por la vía plurinominal.
Lo revelador es que el ahora diputado del PT era un activista del Partido Republicano, y ferviente apoyador de las causas racistas y antimexicanas de ese partido en la Unión Americana.
No se trata de alguien que fue republicano en sus años mozos y con el paso del tiempo cambió de parecer, como es el caso de varios diazordacistas que militan en Morena. Nada de eso.
El diputado del Partido del Trabajo —gracias al dedo de López Obrador—, fue un promotor financiero de la campaña de John McCain en la contienda presidencial que ganó Barack Obama.
Es decir, la flamante adquisición de AMLO recolectó fondos en la Unión Americana para que triunfara la opción de ampliar el muro que separa a México y Estados Unidos.
Bonilla no sólo estaba de acuerdo en convertir en delito penado con seis meses de cárcel a quien esté ilegal en Estados Unidos, sino que recolectó dinero para que esa medida se hiciera realidad con John McCain.
El ahora diputado del PT, hace apenas cuatro años pedía dinero para respaldar las causas de McCain que incluían, entre otras, encarcelar por dos años a los reincidentes en cruzar la frontera sin papeles.
Tampoco era un simpatizante lejano, sino que en California ocupó un puesto público, electo por el Partido Republicano… hasta hace apenas cinco meses y medio.
Eso es y será Morena. Un batidillo ideológico en el que sólo hay un requisito de admisión: serle útil a su dueño.
phl@razon.com.mx
Twitter: @phiriart
Txabier dice
Pues como casi siempre, Hiriat menciona muschos «datos duros» –según él–, pero no presenta ninguna fuente consultable para sostener su dicho.
Que existe un mierdero en TODA la Izquierda, sí… que le gusta soltar rumores pintados de noticias o revelaciones, tampoco lo puede negar y eso sí se le puede probar a Pablo.