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«El tiempo pasa muy rápido» Son las primeras palabras que dice Rocky Balboa en su última pelí­cula y es que de verdad que parece que fue ayer cuando de chamaco tuve la oportunidad de ver la tercera y cuarta parte de ésta sexTologí­a.

Mirar al Rocky Balboa en un ring de boxeo, dando y recibiendo castigos imposibles a ritmo de alguna melodí­a pegajosa, era una buena experiencia. Sobre todo porque ni siquiera en sus derrotas el buen Rocky se quejaba y poní­a de pretexto que «la sangre sobre su ceja le impedí­a ver venir los golpes de su adversario» (¿Recuerdan la derrota de Chavez ante Oscar de la Hoya?)

No por nada las pelí­culas de la saga de Rocky, eran auténticos blockbusters y desataban furor entre los chamacos de su tiempo. Por eso ver la sexta (y esperemos que última ahora si) entrega de Rocky, titulada simplemente ROCKY BALBOA, a diferencia de sus antecesoras, es mas bien un ejercicio de nostalgia para los rucos que una pelí­cula dedicada a emocionar a los jóvenes.

Es imposible no sentir nostalgia de ver flashbacks de algunas de las peleas antiguas, o escuchar una vez más la tí­pica canción en los entrenamientos previos a la pelea final, o el ridí­culo sombrero y chamarra color negros del boxeador, su boca chueca para hablar, su cada vez mas viejo cuñado Paulie, su amor desmedido hacia Adrian y la visión de una mugrienta de Filadelfia.

Todo eso esta presente en Rocky Balboa, excepto que en ésta ocasión el malvado merecedor de la furia de los puños de Rocky ya no es un bocón engreí­do como Mr. T, o un gigante ruso, ni siquiera un pupilo malagradecido como el Tommy de la quinta parte, no, el ‘malo’ es simplemente un joven campeón cuya única falta es ser demasiado bueno y rápido para sus contrincantes.

Así­ es Rocky Balboa, la historia de un viejo de 60 años, con una condicion fí­sica envidiable y en sus propias palabras, aun con una furia en su interior que lo motiva a darle buenos golpes al joven campeón de los pesos pesados.

¿Gana o pierde?

Eso no es lo importante, lo interesante es poder ver una vez más en una tarde de pelí­cula al Semental Italiano dando todo lo que tiene para demostrarle a todos porque aun despues de 30 años, la imágen del boxeador Rocky ha hecho historia.

EXTRA:
Para algunos no es mas que una muestra de filosofí­a barata, pero no por eso es desagradable un poco de pensamiento positivo. He aquí­ Rocky en sus propias palabras:

«El mundo no es arcoiris y amaneceres. En realidad es un lugar malo y asqueroso. Y no le importa lo duro que seas… te golpeará y te pondrá de rodillas, y ahí­ te dejará si se lo permites. Ni tú ni nadie golpeará tan fuerte como la vida.
Pero no importa lo fuerte que puedas golpear. Importa lo fuerte que puedan golpearte y seguir adelante, lo mucho que puedas recibiry seguir adelante. ¡De eso se trata la vida! «