Betiux

Todo empezó cuando un amigo me invitó a pasar un par de dias en su casa. Me pareció interesante la oferta puesto que este compa’ radica en un pueblo pequeño localizado en el area fronteriza de Estados Unidos con México. Durante el viaje iba pensando: ¿cómo sera este pueblito? ¿Cuál sera la especialidad culinaria de allí­? ¿Qué cerveza tomarán? o de perdis ¿cómo estaran las muchachas?
íbamos llegando durante el atardecer y un bello paisaje desértico-montañoso y anaranjado nos recibió. Llegando noté los brillantes letreros de unos restaurantes populares de comida rápida. Nos quedamos un par de horas en su casa saludando a sú familia y después nos fuí­mos a ver que. Al dí­a siguiente, con la luz del sol, nos fuimos a dar unas vueltas por el pueblo. Era hora de desayunar, o almorzar mas bien, y le dije al compa’ que me llevara a un restaurante local donde la comida esté buena, o algún puesto de tacos a algo, – después de que compremos unas cositas que me ordenó mi madre- me dijo. Bueno, fuimos a Wallmart a comprar unas cosas, luego fuimos a Food4less a comprar otras. El estómago protestaba vigorosamente por comida y al fin era tiempo de comer. Pasamos por las calles principales del pueblo, volví­ a notar estos brillantes anuncios, puesto que estaban por todos lados. -Ni se te ocurra llevarme a comer comida de plástico- dije yo, llévame a la comida local. -Pues aquí­ la comida local es esta y esta y esa y esa otra-, -¿cuál? ¿ésa? ¿el Jack in the Box? jajajaja- comenté yo sarcásticamente. La risa se cortó abruptamente cuándo la respuesta fué: si. ¡Ahhhhhhh! Esto es algo imposible, pedí­ que me llevara a todos los restaurantes que el conociera (apróx. 10 min. dando vuéltas en el carro). Pasamos más o menos 4 Jack in the Box, 2 Mcdonalds, 1 Burger King, Applebees, Wallmart, Food4less, ampm, etc. Con estas opciones tan poco atractivas decidimos devolvernos a que sú mamá nos cocinara algo bueno.
Pasaron los dias y al momento de mi regreso mi cabeza era un mundo de pensamientos: un pueblo chico, donde el comercio está dominado por corporaciones gigantescas, el poco comercio de dueños locales está apunto de desaparecer, ¿qué pedo? este pueblo no tiene identidad, los pocos residuos de cultura que tenian eran una mezcla de programas de televisión mezclados con música norteña y bandas de rock y para rematar el lenguaje que hablaban no era ni inglés ni español, sino pedazos de cada uno.
Me vino a la mente varias de las ciudades mexicanas que están bajo intenso bombardeo de estas corporaciones desde que el Tratado de Libre Comercio tomó efecto. Cada dí­a hay más y más Walmart, Costco, Mcdonalds, etc y cada vez más raza prefiere eso que lo local (por las razones que sean, buenos precios, mercadeo, etc).
Un caso impresionante es Coca Cola. Hé notado más anuncios, patrocinio y tiendas de Coca-Cola que de todas las marcas de cerveza juntas (imagí­nate). Iba y con otro compa, despues de un largo viaje bajo el sol y sin haber bebido agua durante toda la mañana, llegamos a una tienda y noté como mi compa’ se tomaba una Coca Cola para «aliviar la sed» en lugar de agua o jugo o agua de jamaica o orchata que son mucho mas saludables, de buen sabor y sí­ quitan la sed, la excusa fué que sabia muy rica la Coca. Un par de horas despues le dió un ligero dolor de cabeza y no comprendia porque. Le dí­ mi argumento de que la Coca que se tomó lo deshidrató todavia mas de lo que estaba.
El caso es que hay una invasión masiva de productos extranjeros que con sus estratégias de mercadotecnia (campañas publicitarias, promociones, etc) están logrando conquistar las decisiones de la gente. Es una invasión silenciosa pero efectiva.