En los últimos años un personaje que ha demostrado que el sistema de justicia en México no actúa como es debido y tener una fortaleza espiritual indomable al por mérito propio llevar ante las autoridades a los secuestradores y asesinos de su hijo, anteponiendo su vida en el hecho es la Sra. Isabel Miranda de Wallace. Realmente todos mis respetos a la Sra. por sus acciones llevadas a cabo.
Pero, es una lastima que sea utilizada como comodín de una baraja muy pobre en candidatos capaces, del PAN, en donde al no tener un solo candidato con posibilidades entre Mariana Gomez del Campo (prima favorita de Margarita Zavala de Calderón), Demetrio Sodi, Gabriela Cuevas y Carlos Orvañanos.
Es realmente penoso que el PAN se cuelgue de la imagen de Isabel Miranda de Wallace, en tratar de equiparar los meritos de la Sra. al no tener nada que ofrecer, llega a un proceso donde el mismo partido esta dividido, no por factores externos, sino por la intervención del presidente en la selección del candidato, y su empecinamiento al querer beneficiar a Ernesto Cordero, un pusilánime, cuya experiencia es la que ha adquirido a la sombra del presidente Calderon, que solo hace comentarios incendiarios, busca pleitos y habla como el Pato Lucas, creo que para la presidencia también hubiera sido una mejor opción optar por un candidato ciudadano.
A lo que voy, es muy loable y de admirarse, lo que ha hecho Isabel Miranda de Wallace, pero de eso a que tenga experiencia y capacidad para gobernar una ciudad, con todos los problemas y complicaciones que implica el DF con sus millones de ciudadanos. La verdad creo que solo es un recurso de PAN, para no perder tan estrepitosamente, contra el PRI y PRD, que son los únicos actores que disputaran realmente esa elección.
El PAN por otro lado es un partido que da vergüenza, no puedo creer como los Calderonistas, están echando por el caño, todo lo logrado por el partido. Se ha convertido en un partido de caprichos, de Dedazo, de imposición, de simulacros.
Creo que esta vez, se equivoco y esto le quitara credibilidad y simpatia de muchísima gente.