Ahora resulta que El Chicharito es el muy nariz del Manches-ter United, ay sí, ay sí. Javier Hernández se churreó con la chicharinha, que consiste en anotar gol con el occipital, acción que le valió el aplauso del público villamelón y el vítor del coro fácil.
Mexicanos, abrid los ojos, El Chicharito nos está haciendo quedar mal frente a los extranjeros. Los equipos europeos van a creer que todos los jugadores mexicanos son como el joven Hernández y se llevarán una amarga sorpresa cuando descubran que los demás, en lugar de meter goles, tumban directivos.
Desde esta trinchera, le exigimos al delantero del Manchester que pida perdón a los verdaderos, a los irrepetibles e inenarrables ratones verdes del Tricolor.
Atte. Fundación Únete a los Pesimistas, Colectivo Desidia, El Sindicato Único del “Ya pa’qué” y quince firmas más.
Que conste que esto no lo escribi yo, a mi me lo mandaron por correo 😉