Guadalcanal, Iwo Jima, Okinawa, Peleliu, esos son nombres que muchos han olvidado (bueno, para los que disfrutamos videojuegos son palabras familiares) pero son lugares que representan las más duras batallas de los marines estadounidenses en el escenario del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Lugar donde los gringos se enfrentaron a un un enemigo desconocido en un territorio desconocido en unas islas perdidas en medio del océano y solo motivados por el reciente ataque japonés a Pearl Harbor.
Con The Pacific, Tom Hanks y Steven Spielberg regresaron como productores para mostrar imágenes de esos momentos en diez dosis de un capítulo semanal cada Domingo por la noche. La sombra de la serie anterior Band of Brothers es grande, pero The Pacific tiene sus méritos propios y no es la historia de un grupo de militares, sino un reflejo de la guerra en si misma.
The Pacific es una mini serie de ritmo pausado y tranquilo, que se preocupa de mostrar con detalle a los militares como los seres humanos que son con todas sus virtudes y defectos y no solo como máquinas de guerra. Nos dió grandes pinceladas que dibujaron un cuadro completo de los hombres involucrados en estas batallas que vieron destruidas sus corazas de honor y patriotismo por el horror de la cruda realidad de la guerra.
Y ese es uno de los grandes aciertos de la miniserie. Las escenas de batalla son espectaculares, cercanas, crudas y realistas. Muy al estilo de Saving Private Ryan vemos cámaras con movimientos rápidos y confusos que nos acercan al frente y nos meten dentro de la guerra.
Desmembramientos, explosiones, impactos de balas por todas partes… todo se une a la paleta de colores oscuros, húmedos y sucios, para aportar esa sensación de degeneración y violencia que vivieron los marines en las pequeñas islas insignificantes del Pacífico.
Ahora que llegó a su fin la miniserie The Pacific en HBO, habrá que esperar su inevitable estreno en formato casero y se convierta en un objeto digno de pertenecer en la colección de DVD’s de cualquier serieadicto que se sienta orgulloso de serlo.