Pablo Hiriart – En realidad no es una broma, sino un spot. El PAN acusa de la violencia al PRI. Un país lleno de cruces y tumbas se lo atribuye el partido gobernante a un partido de oposición, y concretamente a su candidato presidencial.
En los 50 mil muertos que ha dejado la “guerra contra el narcotráfico”, la responsabilidad es del PRI y de Peña Nieto, dice el anuncio.
Se trata de una calumnia. Peor aún, es un búmeran.
El equipo de Josefina Vázquez Mota ha metido a la campaña presidencial el tema de los asesinatos en este sexenio, en que gobierna el PAN.
Hay quienes sostienen que “en las campañas todo se vale”, y en esa línea de acción se inscribe el spot panista.
Lo que no pueden esperar es que “todo se valga” y no haya consecuencias.
Tirar esa piedra, que acusa al PRI y a Peña Nieto de ser culpables de la violencia en el país, y pensar que una vez concluidos los comicios las aguas se van a tranquilizar por arte de magia, es de párvulos.
Y si no es de párvulos, por lo menos es propio de personas que pueden crispar a un país y luego brincar a otro a seguir viviendo de enfrentar a las personas a través de mentiras.
Qué peligrosa campaña.
¿Cómo se le ocurre, al partido gobernante, meter el tema de los crímenes perpetrados en este sexenio?
La realidad es que tenemos, en la actualidad, 50 mil asesinatos, más de 160 mil desplazados por la violencia y 12 mil desapariciones forzosas.
La cantidad de desapariciones durante la llamada “guerra sucia” en el gobierno de Echeverría es infinitamente menor a las desapariciones actuales.
Las violaciones a los derechos humanos en este sexenio son un récord en la historia contemporánea.
Con esa jugarreta Acción Nacional compromete al gobierno federal —su gobierno— que ha intentado enfrentar el problema de la criminalidad y hasta ahora cuenta con la comprensión de la mayoría de los mexicanos.
El PAN juega con fuego al urdir esa campaña de un Peña Nieto causante de la violencia en el país.
Nunca en la historia se habían conocido episodios tan macabros de crímenes masivos de migrantes que fueron enterrados en fosas clandestinas.
Ha habido asesinatos a sangre fría de estudiantes inocentes en campus universitarios, perpetrados por fuerzas federales.
Han matado a familias completas en retenes, por el gusto de disparar.
¿Cómo se atreve el PAN a lanzar esa piedra y a la vez pensar que no pasará nada después del 1 de julio, gane quien gane?
Lo que menos conviene al país es que en el siguiente sexenio se desate un reparto de culpas con fines de venganza.
Y quien ha puesto la primera piedra de ese camino al infierno no es el PRD ni el PRI ni el PT, sino el PAN.
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Pablo Hiriart dirige el Periodico La Razon.