1. Porque el voto es la única opinión de por sí respetable, privada, útil y trascendente.
2. Porque lo cierto es que a nadie le creo, pero en alguien hace falta confiar.
3. Porque sobreviví a La Dictadura Perfecta y prefiero vivir con las imperfecciones de la democracia.
4. Porque no encuentro opciones atractivas, pero observo que abundan las funestas.
5. Porque ya lo dice el dicho: Se trabaja con lo que hay.
6. Porque sería sano que nuestros políticos invirtieran más tiempo tras el escritorio que delante del podio.
7. Porque el poder es una droga fuerte y el voto es esencial para dosificarla.
8. Porque la sensatez de los votados es aún menos probable que la de los votantes.
9. Porque mi voto no se lo vendo a nadie y eso ya de por sí lo hace invaluable.
10. Porque fuimos nosotros quienes pusimos ahí a las autoridades electorales y ellas, antes que nadie, nos representan.
11. Por hacerle justicia al sentido común, o siquiera al instinto de supervivencia.
12. Porque mi papel como ciudadano consiste en pedir cuentas antes de aplaudir.
13. Porque como se dice en los cuarteles: El que manda, manda; y si se equivoca, vuelve a mandar.
14. Porque mi solo voto eleva el precio de la frivolidad, la incompetencia, la soberbia y otras taras frecuentes del poder.
15. Porque las papeletas siempre acaban pesando más que la palabrería.
16. Porque la democracia también la pago yo, pero me sale mucho menos cara que la falta de ella.
17. Porque no pienso dar a ciertos candidatos el gusto y la ventaja de quedarme en mi casa.m{1436926}
18. Porque hay gente que opina siempre igual, pero otros damos giros tan inesperados como el súbito triunfo de un caballo famélico.
19. Por la lista de náuseas postergadas que no cabría entera en esta columna.
20. Porque el carácter secreto del voto protege mi derecho al individualismo.
21. Porque los candidatos ya hablaron demasiado y ahora llegó mi turno de opinar.
22. Porque nunca he sido hincha de los participantes, pero estoy claramente a favor del árbitro.
23. Porque soy pesimista en estos temas pero no me conviene que se sepa.
24. Porque aprecio y comparto el entusiasmo cívico que en tiempos recientes ha ido creciendo entre mis amistades.
25. Por ansia justiciera, no faltaría más.
26. Porque a algunos políticos no les gusta tratarme como adulto y encuentro que les urge un soplamocos.
27. Porque las entelequias —el pueblo, la masa, el rebaño— nunca votan; votamos solamente los ciudadanos, de uno en uno y bien identificados.
28. Por la satisfacción de poner en ridículo a los encuestadores.
29. Porque la indiferencia ciudadana es caldo de cultivo para el despotismo.
30. Porque suele faltarme la paciencia para lidiar con malos mentirosos.
31. Para hacerme escuchar entre la masa y jugar un papel en la estadística.
32. Porque no experimento la menor añoranza por los tiempos del gran partido único.
33. Por si los enemigos de la libertad contaban de antemano con mi silencio.
34. Por el respeto que pueda tenerme, y el que me tengan mis seres queridos.
35. Porque éste es mi país y no me queda hacerme el desentendido.
36. Porque, como decía la canción, we got the power. _
Xavier Velasco