Andres Manuel López Obrador hace unos días mando un comunicado a los diversos medios nacionales despotricando contra el periodista Carlos Loret de Mola y contra televisa, señalando:
“Me dirijo a ustedes para sugerirles, respetuosamente, que den la cara y no usen a sus voceros, como Carlos Loret de Mola, para atacarnos y defender su proyecto de imponer en el 2012 a Enrique Peña Nieto”.
Asi empieza la carta que no es mas que pan con lo mismo de las tonterias del Peje. Televisa Malo, Carlos Salinas Malo, Peje Bueno (Bueno para nada).
Aqui la carta que tanta roncha le saco al Peje, que a decir verdad no dice ninguna mentira:
Por Carlos Loret de Mola:
Tiene razón López Obrador: Felipe Calderón dijo en la campaña presidencial de 2006 que el arribo al poder de Andrés Manuel acarrearía a México una crisis económica, y la crisis llegó de todas maneras; Calderón prometió ser el “Presidente del empleo” y los tres primeros años fueron de despidos masivos; Calderón acusó a López Obrador de ser violento y lleva 35 mil personas ejecutadas en cuatro años y medio de administración; aseguró que bajaría los impuestos y los ha subido.
Cada vez que la escucho en la radio o la veo en la televisión me admiro de lo buena que es su campaña publicitaria. Y sobre todo por la frase pegajosa y nostálgica de remate: “estaríamos mejor con López Obrador”. ¿Qué tal la estaría haciendo Andrés Manuel de presidente de México? ¿Cómo saberlo…?
¿Sería un presidente mentiroso? Porque rechaza la reforma electoral, no reconoce al gobierno de Felipe Calderón y desacredita al Instituto Federal Electoral (IFE)… pero esos atractivos mensajes se escuchan gracias a un estimado de 6 millones de spots (entre PT y Convergencia) que le permite dicha reforma electoral, con dinero que recauda la Secretaría de Hacienda y reparte el IFE.
¿Sería un presidente censor? Porque apenas el fin de semana pasado dijo que “estoy vetado en la televisión”, pero en los noticieros se reportan cotidianamente sus actividades y declaraciones, la mayoría de las veces de manera acrítica y simplemente informativa; sin contar los programas de análisis en donde es objeto de estudio y las invitaciones a entrevistas que él mismo rechaza para poder seguir con el hechizo del “cerco informativo”.
¿Sería un presidente neoliberal? Porque en campaña se cansó de filtrar que “no jugaría” con la macroeconomía y que por ello había ofertado el cargo de secretario de Hacienda a un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI): Agustín Carstens.