Les dejo esta columna de Pablo Hiriart que lei en Elecciones en México en donde se deja ver una realidad de lo que sera el proximo proceso electoral en México. Creo que si el candidatu hubiera sido Marcelo Ebrard, la izquierda tendria posibilidades reales de ganar.
PRI y PAN
Con todo y lo discutibles que puedan ser algunas encuestas, la mayoría de ellas coinciden en un punto clave: las dos grandes fuerzas políticas de México son, hoy por hoy, el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional.
Guste o no, la claridad es inobjetable y sobre ese terreno hay que ver el presente y el futuro.
La izquierda se equivocó de candidato y se halla anclada en el tercer lugar, del cual no va a salir.
Lo que hay en la izquierda es un candidato derrotado de antemano. Fue él, y no sus críticos, quien dijo ante empresarios que está cansado y que si pierde se va “a la chingada”.
Y al gabinete que nombró para que lo acompañe en la tarea presidencial, ya lo puso en las listas para legisladores plurinominales.
Señales más claras de la derrota de López Obrador, no puede haber: las manda él mismo.
La elección está entre PRI y PAN. No hay más. Se trata, en el fondo, de una buena noticia.
A pesar de todos los errores que han cometido priistas y panistas en sus respectivos gobiernos estatales y nacionales, el grueso del electorado insiste en que deben ser ellos los que ostenten la representación mayoritaria.
La población mandata que ambas fuerzas se pongan de acuerdo a partir del lunes dos de julio para recuperar el camino andado después de años de confrontación estéril.
Como de manera aguda lo observó Ricardo Alemán ayer en Excélsior, Josefina y Peña Nieto han comenzado a hablar de gobiernos de coalición para el próximo sexenio.
Una y otro tocaron el tema, por separado, en la reunión del martes que organizó la Asociación Nacional de Casas Encuestadoras. Se refirieron a gobiernos incluyentes, de coalición.
Obviamente no hablaron de coalición en términos técnicos, sino en el campo práctico de los acuerdos legislativos porque ni una ni otra fuerza tiene el 66 por ciento para gobernar por sí mismas.
El punto está en que en este periodo no se provoquen daños irreversibles priistas y panistas.
Habrá ataques, críticas, spots irónicos, dichos mordaces, montajes en las redes sociales y ruidosas porras de ambos bandos, compuestas por fanáticos, que creen que en una elección presidencial se acaba México.
Pero el 2 de julio, gane quien gane, priistas y panistas tendrán que sentarse a sacar adelante un paquete de propuestas en materia de crecimiento económico, para que haya empleo y riqueza que repartir.
No hay de otra. Después de la batalla tendrán que entenderse.
phl@razon.com.mx
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