Un tratamiento de emergencia contra el VIH, que funciona unas horas después de un posible contagio, podría ser la salvación de miles de personas que por distintas causas estuvieron en riesgo de contraer el virus del sida.
El tratamiento postexposición consiste en el uso de drogas antirretrovirales, y puede ser efectivo para evitar el contagio en casos de contactos sexuales riesgosos o tras el uso compartido de jeringas.
Ante un abuso sexual se recomienda un tratamiento transdisciplinario que abarque prevención del VIH y de las Infecciones de Transmisión Sexual, anticoncepción de emergencia, atención ginecológica y evaluación psicológica.
El inicio de esta profilaxis antirretroviral, similar a las recomendaciones sugeridas en exposición a sangre y fluidos corporales en los trabajadores de la salud, ha de iniciarse, idealmente, la primera hora después del abuso sexual, con un margen de tiempo de 72 hrs.
La efectividad del tratamiento postexposición al VIH es mejor cuando comienza a aplicarse cuando mucho 4 horas después del contacto riesgoso con sangre infectada por el virus.