Hoy Phil Jackson pone fin a una carrera con 11 títulos de campeón como entrenador de la NBA y otros dos como jugador, con un 4-0 en las series semimifinales de la Conferencia Oeste.
No era el final que se podría imaginar Phil Jackson, el entrenador con más títulos de la NBA, que después de 21 años de éxitos permanentes vio cómo los Lakers eran humillados con un marcador aplastante de 122-86 de parte del equipo de los Mavericks.
Nunca en sus participaciones en la fase final de la NBA con los Bulls y los Lakers, en dos etapas, perdió una eliminatoria por 4-0, como le sucedió en estas semifinales de la Conferencia Oeste. Pero más dramático fue ver cómo iba a ser su último partido de profesional tras conquistar 11 títulos como entrenador (seis con los Bulls y cinco con los Lakers), además de otros dos como jugador de los Knicks (1970 y 1973).
En el banquillo, sin ideas, ni siquiera intentaba motivar a sus jugadores para que al menos luchasen. El llamado Zen Master dejó al descubierto que tenía ya asumido el adiós a la competición y que no confiaba en que su equipo pudiese cambiar la historia con una remontada de cuatro triunfos consecutivos. Jackson, de 65 años, se va con la mejor marca de títulos y 1,640 partidos dirigidos de la fase regular de los que ganó 1,155 y perdió sólo 332, lo que supone un 70.4% de éxitos. En los playoffs dirigió 333 encuentros, venciendo en 229 y cayendo en 104: 69% de triunfos. Al concluir el partido, se quedó solo y abandonó el campo con una medio sonrisa forzada y la cabeza baja, mientras aceptaba de forma cortés, pero sin mayor entusiasmo, el saludo del entrenador de los Mavericks de Dallas, Rick Carlisle. Tal vez luego, en privado, sus hijos le hayan proporcionado el apoyo que nunca sintió en el campo por parte de sus jugadores, que con su estrella Kobe Bryant no perdían por 4-0 una eliminatoria de la fase final desde la temporada de 1999, la anterior a la primera llegada de Jackson.
Después de conquistar su undécimo anillo de campeón en 2010 (4-3 frente a los Celtics), Jackson condicionó su regreso a su estado de salud. «Escuché a mis médicos y junto a ellos observé la salida y la puesta del sol varias veces. Entonces lo decidí: regreso», aseguró cuando confirmó que continuaría como timonel de los Lakers para «cumplir la profecía divina» que aseguraba le llegó del cielo durante sus horas de meditación: «Recibí un mensaje del cielo que decía Phil, tienes que regresar y cumplir la profecía», escribió Jackson al periódico Los Angeles Times el pasado año. «Sabes que 12 es un número sagrado; 11 no lo es», señaló en referencia a los trofeos de campeón que posee como entrenador en la liga. «Será la última temporada para mí y espero que sea grandiosa», dijo Jackson en un epitafio de despedida que no se cumplió. «La trayectoria que he recorrido ha sido algo muy hermoso, que nada tiene que ver con lo sucedido en la pista», dijo tras su último partido en la NBA.
Fuente: http://www.diariodesevilla.es/article/deportes/971219/triste/adios/maestro.html