Durante años los fanáticos futboleros se han hecho la pregunta ¿Hasta cuando el equipo nacional nos dará una victoria digna de celebrarse? Invariablemente la respuesta siempre era ¡Hasta que los puercos vuelen!
Pues bien, ese día ha llegado.
México acaba de derrotar a un rival futbolístico importante sin tener que jugar contra la banca o sobornar a los árbitros. ¿Será una coindicencia? Yo no lo creo.
Es más, pienso que si todos nos ponemos de acuerdo y rezamos lo suficiente, de aquí a que de inicio la Copa Mundial, los jugadores podrían desarrollar músculos y aumentar su estatura en unos 50 cms. más para que físicamente esten a la par con sus rivales.