Por: Rubén Cortés
El último fin de semana del verano de 2014 se formó una tormenta perfecta en la política nacional, de la cual el más beneficiado es AMLO:
—Del viernes 26 al domingo 28 de septiembre, chicos de AMLO activaron la huelga del IPN y sabotearon todos los acuerdos para reiniciar clases.
El primer líder fue el militante de Morena, Daniel Antonio Rosales, estudiante del plantel Zacatenco.
Luego aparecieron los también militantes de Morena Ubaldo Oropeza, Ricardo Che y Adrián Alvarado, ex estudiantes pero con cubículos en el IPN difundiendo la ideología de AMLO.
—Del viernes 26 al sábado 27 desaparecieron en Iguala 43 normalistas, que se trasladaron 126 kilómetros para boicotear un acto de la esposa de un alcalde ahijado político del candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero en 2015.
Los estudiantes, normalistas de Ayotzinapa, comunidad de otro municipio, Tixtla, fueron interceptados en Iguala y presuntamente asesinados por Guerreros Unidos, según confesaron a la PGR tres supuestos integrantes del cártel.
Sin embargo, para la Procuraduría la investigación queda abierta hasta identificar los restos encontrados, que se supone son de los estudiantes.
El autor intelectual de la desaparición, el ex alcalde actualmente preso José Luis Abarca, era un perredista protegido del candidato de Morena a gobernador, Lázaro Mazón, quien fue interrogado en la PGR por supuestos vínculos con el narcotráfico.
Pero el PRD cargó el peso muerto de Abarca, aunque Mazón, como edil de Iguala hasta 2012, designó al jefe policiaco que presuntamente entregó a los normalistas a quienes supuestamente los asesinaron y quemaron.
Felipe Flores, ahora prófugo, era jefe de la Policía Municipal de Mazón y éste se lo heredó a Abarca. El presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa, informó que Mazón es investigado por la PGR. Además, el PRD hasta ofreció disculpas por postular a Abarca.
En cambio, Morena se ha zafado con agilidad felina del caso Iguala, a pesar de que AMLO avaló la candidatura de Abarca en 2012. Más aún, ha capitalizado el caso:
—“No conozco a Abarca, ni establezco relaciones de complicidad”.
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