Me permito tomar la columna de hoy de el experimentado periodista, Jose «Pepe» Cardenas, en la que deja muy claro las malas mañas, de el Obispo de Ecatepec, que sin pudor alguno, participa en un fraude multimillonario, y se burla de las autoridades. asesorado por un grupo de asesores legales que se ha valido de todos los trucos posibles.
La foto que acompaña la nota fue tomada ayer en el Restaurante Arroyo, a donde llego después de haber sufrido un supuesto infarto no hace más de una semana, donde se dice que comió carnitas, quesadillas, y se puso muy alegre con al menos media docena de tequilas.
Con todo esto, ni como ayudar a la Iglesia Católica, es de entenderse como hay mas gente decepcionada de los líderes.
Aqui la nota:
El obispo de Ecatepec es rico, poderoso, soberbio y muy astuto. Conoce la ley al revés y al derecho. Prefiere lo chueco. Dice que el Estado laico es “jalada”. Rechaza el voto de pobreza. Es bígamo: siervo de dioses y diablos. Cultiva relaciones inconfesables con poderosos. Convierte agua bendita en puerca. Comparte mañas con el padrote Maciel.
La historia en breve. 28 de abril de 2003. Consta en un documento que el señor obispo le prestó 130 millones de dólares “en efectivo” a la señora Olga Azcárraga. En 1976, doña Olga creó la empresa Arthinia Internacional para resguardar 42 obras de arte de su propiedad. Cuadros de Rivera, Frida, Orozco, Chagall, Sorolla, Picasso y Modigliani. Las obras quedaron en comodato dentro de su casa. Onésimo Cepeda era confesor de doña Olga. Sabía todo. A la muerte de la señora Azcárraga reclamó los cuadros para la Iglesia. Hasta demandó legalmente sus “derechos”. Alegó que el préstamo existió. Que la señora se fue sin pagar. Los abogados de Arthinia apelaron. El pagaré resultó falso. Primero, Olga Azcárraga firmó una hoja en blanco; segundo, el papel fue llenado con los requisitos necesarios para convertirlo en un pagaré. Onésimo endosó el documento a Jaime Matute, ex tesorero de Arthinia, hombre de confianza de doña Olga. Lo volvió cómplice. Les cayeron en la transa. Onésimo y Matute no han podido acreditar cómo prestaron a la señora 130 millones de dólares en efectivo, ni de dónde sacaron tanto dinero.
Engañar a un juez, falsificando pruebas, es un fraude procesal. Es cosa del demonio. La Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público prohíbe a los ministros de las iglesias celebrar actos mercantiles con “fines de lucro” (artículos 5, 8, 9 y 12). La ley le viene “guanga” al obispo sonriente. Desde 2008 se burla. No en balde le apodan El Guasón.
Onésimo Cepeda tendrá que probar su inocencia por intento de fraude. El abogado Xavier Olea afirma que el líder de la Iglesia ortodoxa intervino a favor de Onésimo para que el Tribunal Superior de Justicia del DF negara la aprehensión. Después de dos años procedió la demanda contra el obispo. Debió ser presentado hace una semana ante el juez. Fue imposible. Lo salvó un “infarto”. Abogados del obispo interpusieron un recurso de revisión contra el amparo que obligaba la acción penal. Ahora Onésimo tiene tres meses de gracia. ¿Se la seguirán persignando, como él mismo presume? Como diría la abuela: “Se vale ser puerco pero no trompudo”.
EL MONJE LOCO: El domingo el PAN cumple 10 años de no poder. ¿Decena trágica? ¿De qué sirvió la transición? México con el PAN no es más justo ni más rico. No hay horizonte. Ni empleo suficiente. Ni más seguridad. Al contrario. En una década el PAN ha traicionado credo, doctrina y prédica. ¿Cómo llegaría a la Presidencia otro panista? Pregúntenle a Manuel Espino, que hoy podría ser excomulgado de esa congregación.