La explicación más probable de los boquetes que se abrieron en la ciudad de Guatemala luego de la tormenta tropical Ágata es que el subsuelo tenga un sistema de cuevas de piedra caliza que colapsó por las intensas lluvias.
Parte de la ciudad debe de estar construida sobre un terreno agujereado, un sistema kárstico, que se activó por las lluvias y se colapsó en algunas zonas, explicó el geólogo Roberto Rodríguez, del Instituto Geológico y Minero de España al diario El País.
«En un karst, el terreno son rocas calizas que a lo largo del tiempo se disuelven por la acción del agua, creando tubos (galerías) y cuevas, que cuando se derrumban parcialmente dan lugar a las llamadas dolinas», publicó el diario en su portal de Internet.
Rodríguez negó que las fallas sísmicas y los túneles volcánicos sean el origen de los socavones pues están a mucha mayor profundidad. Aunque sí es probable que las erupciones rellenaran el sistema con ceniza volcánica impidiendo que se detectara la inestabilidad del terreno y se construllera encima.