Esta foto no es de algun partido de futbol soccer en México despues de que milagrosamente alguien anotara un gol (de hecho hay demasiado güero, ahora que me fijo bien). Sino que se trata de un buen grupo de parejas homosexuales españolas que se besaron a las puertas de la catedral de Barcelona al tiempo que pasaba frente a ellos el papamóvil (ya saben, ese curioso y modesto carrito blindado , conteniendo a Su Santidad, el papa Benedicto XVI).
En España, donde el ahora difunto pontífice polaco Juan Pablo 2 congregaba a millones de fieles, el papa alemán no logró reunir más que a decenas de miles. Algo que podría interpretarse como una señal más del declive del liderazgo papal en el viejo continente.
Y vaya que el Papa ha perdido poder. En otros tiempos se hubiera bajado del carro y hubiera ordenado aprehender, torturar y ejecutar a los jotitos que se atrevieron a desafiarlo.