Ayer platicando en una reunión familiar salió a relucir el sobado tema de la curiosa necesidad de los humanos que insisten en depender de un invisible, barbón y flagelado hombre a quien contactar telepáticamente en casos de extrema necesidad o felicidad. Ya saben, esa tan llevada y traída idea de que alguien que no tiene comunicación con diosito esta solo en el universo y sin astros celestes alineados favorablemente.
El asunto me preocupo un poco, así que me puse a investigar y a buscar alguna opción que respondiera favorablemente a la pregunta:
Si tu no crees en mi diosito, entonces ¿que haces cuando estas desesperado o enmedio de un orgasmo?
Busque respuestas durante una hora entre los sabios e instruidos. Fue difícil, pero el programa de Paty Chapoy llegó a su final y me di cuenta que solo ciertas personas pueden acceder a esos conocimientos encumbrados. Entonces decidí preguntar entre mis hermanos y amigos más cercanos, pero parece ser que la filosofía religiosa no es un tema que fluya adecuadamente en los foros de pornografía vintage en Internet.
Al final, encontre la respuesta en forma de un sitio web con botones con frases y sonidos para cada ocasión.
Es genial y fácil de usar. Por ejemplo, si estoy desesperado, solo tengo que presionar el botón «Star Wars: Nooo!» y me relajo. Hay botones con sonido de grillos para compensar los silencios incómodos como los que surgen durante la conversación con la masajista con finales felices que se niega a hacer un descuento por un servicio de 26 segundos (no pregunten). E incluso el nuevo semiclásico ¡Bazinga! que se aplica en infinidad de situaciones geeks.
Existen también versiones cortas de ¡Aleluya!, el Trolololo y por supuesto el himno festivo «Internet is for porn». Vamos, hasta una frase de Duke Nukem me encontre en ese sitio.
Así que, no me queda mas que recomendar la web como un sustituto efectivo de diositos que actualmente se han resignado a vivir vivir en la imaginación porque ya ningun humano le quiere construir otro tabernáculo recubierto en gran parte por láminas de oro.