Música para Camaleones Vol. 2: Feliz Navidad, Billy Boy!
Siempre he odiado los villancicos. Sus tonadas ñoñas, sus letras cursis (la mayoría) y a veces hasta absurdas (o que alguien me explique esta pendeja estrofa que dice  â??â?¦ beben y beben, y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacerâ? â?¦ ¿o qué? ¿qué es lo que «beben» los pinches peces?) y sobre todo, los odio porque son el soundtrack de las depresiones decembrinas con que se amenizan las compras de diciembre en los centros comerciales.
Sin embargo, los villancicos son un estándar musical que han sido cantados y reinterpretados una y otra vez por muchísimos intérpretes, grupos y conjuntos musicales en prácticamente todos los idiomas y (casi) todos los ritmos.
En el amplio mundo del rock también se cuecen habasâ?¦ y por supuesto la â??navidadâ? (así, entre comillas)Â se ha convertido en un rico filón de oportunidade$$$$ para demostrar que en el fondo y a pesar de sus excesos, los rockeros tienen su corazoncito y por supuesto, esperan ansiosos que Santa les cumpla sus excéntricos caprichitos no solo en navidad, sino todo el año.