Sonará extraño, pero veo muy poca televisión. No tengo cable, y la tele de mi cuarto ni siquiera está conectada. Prefiero ver películas o series prestadas o bajadas de internet. Los canales de Televisa y TV Azteca dejan mucho que desear en muchos aspectos, y de la tele local, mejor ni hablamos (¡de hecho, una vez ya hablamos!). Pero bueno, no estoy aqui para hablarles de mis hábitos televisivos. Nomás les cuento que viendo la otra tele de la casa, a eso de las ocho de la noche (hora del pacífico), en Canal 5, me llevé la grata sorpresa de que estaban pasando Malcolm in the Middle, uno de mis programas favoritos de cuando tenía cable. El programa es divertido, está muy bien escrito y las actuaciones son buenísimas, especialmente las de Louise, la mamá que siempre anda buscando nuevas maneras de castigar a sus hijos, que realmente son unos cabrones, y Dewey, un niño bien inteligente que se hace el tonto para pasarla bien.
Ok, como diría Lucerito: ¿Y? Pues nada, nomás me dio mucho gusto volver a ver a la familia después de varios años, los capítulos siguen igual de divertidos. Se acabó el programa y pensé: «qué divertido sería que pasaran otro capítulo»…. y que van pasando otro capítulo. Era demasiado bueno para ser verdad, pero la sorpresa llegó al terminar el segundo capítulo, pues fue seguido de un tercero. Esto quiere decir lo siguiente: 3 capítulos de Malcolm seguiditos y SIN cortes comerciales, transmitidos en un poco más de una hora. Perfección. No soy del tipo que le echa flores a Televisa, pero esta vez lo acepto, se lucieron.
A esa misma hora, en Canal 7 transmiten dos capítulos de Los Simpson, otra de mis series favoritas. Lo curioso esque campechanean capítulos clásicos con otros más nuevos y eso hace que su propuesta también sea muy interesante.
Yo que no veía tele, a esa hora estoy con el dedo tembloroso sin poder decidirme que ver. Usualmente me quedo con Malcolm porque eso de ver tele sin interrupciones de ‘llame ya’ y mensajes de la presidencia está genial, pero me hace sentir que estoy traicionando un poco a los amarillos.
Blogger@, ¿tú cuál prefieres?Â