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He visto todos y cada uno de los episodios de la serie LOST, cuya cuarta temporada inició hace 7 semanas. Es por eso que me gusto encontrarme con alguien que supo expresar muy bien su relación con Lost:

A estas alturas, después de setenta capí­tulos devorados en tres años, ya soy un experto en esperar que vuelva Lost. Ya no siento ese dolor punzante en las tripas, ni me muerdo las uñas. Y es que, en todo este tiempo, nuestra relación ha madurado mucho. ¡Ah, me acuerdo cuando acabó la primera temporada, qué incertidumbre más grande!

Me quedé con los ojos cuadrados, viendo cómo Jack y Locke abrí­an por fin la puerta secreta y la cámara bajaba hacia el negro más profundo. Y después nada: cuatro meses enteros de ansiedad, de conjeturas y abstinencia.

La primera temporada de Lost fue como el inicio de un noviazgo salvaje. Como esos amores a primera vista en donde sólo cabe pensar que la vida será siempre maravillosa y que nada, en todo el mundo, nos sacará del paraí­so. Acción, suspenso, misterioâ?¦ Pero entonces, un dí­a cualquiera, ella, la mujer amada, nos dice: Corazón, tengo que irme cuatro meses a estudiar a Suiza, ¿me esperas? Y el mundo se viene abajo. Pero no el amor.
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Hace unos dí­as se transmitió el programa piloto de la nueva serie KNIGHT RIDER. Los mas añosos recordamos con cariño la antigí¼a versión ochentera que se transmitió por tv con el nombre de «El auto increí­ble», protagonizada por David Hasselhoff en sus dí­a pre-BayWatch y un flamante automóvil parlante color negro de esos que hoy circulan como si nada por las calles de nuestro cada dí­a más tercermundista paí­s.

En esta ocasión, el auto de esta nueva serie es un bonito Ford Mustang Shelby GT500KR, con su respectiva lucecita roja al frente y su computadora parlante en su interior. Como es de esperarse, el auto cuenta con toda clase de tecnologí­a que supera a todos los autos juntos de las pelí­culas de James Bond. Desde blindaje a prueba de armas nucleares, turbopropulsores, asientos eyectores, impresora a color, módulo GPS, capacidad de acoplarse con la estación espacial en la órbita terrestre, radio AM-FM, teléfono celular, alarma contra robos, rines de lujo y una computadora mas inteligente que nuestros gobernantes y que además posee un léxico que envidiarí­an Monsivaí­s y Poniatowska.

Ya veremos que tal se pone esa serie. Esperemos que no sea un churro como lo acaba de ser la Bionic Woman y Flash Gordon.

Este es un video con la introducción del programa.