La ley HB 2779, aprobada por el Congreso local en 2006 y confirmada la semana pasada por el juez federal Neil Wake, obliga a los empresarios a comprobar ante el Gobierno estatal el estatus migratorio legal de cada uno de los trabajadores que contraten a partir del 1 de enero de 2008, bajo riesgo de perder la licencia para operar.
Esto es que si un empresario contrata a un empleado sin papeles en regla con permiso de trabajo, puede perder su permiso para operar. Funciona de la siguiente manera: La primera vez que se encuentra una irregularidad, el empleador es sancionado con una multa y la suspensión temporal de su permiso. A la segunda el permiso de operación es cancelado.
Esto esta provocando temor entre los connacionales que habitan en Arizona y dependen de sus empleos para mantener a sus familas en ambos lados de la frontera. Ya el gobernador Bours dijo que lo que van a provocar es una sobrepoblación en las fronteras, lo que eleva las tasas de crimenes y demas delitos.
Lo que no creo que tengan bien contemplados los brutos de los gringos es: ¿Ahora que no atiendan los paisanos los McDonalds, Burger King, entre otros, o que no tengan quien les pizque sus cultivos por el precio que lo hacian los ilegales, que ching…ados van a hacer?