Desde simples romances a las escenas más calientes, todo el mundo tiene sueños eróticos, pero muy pocos lo reconocen. Y sin embargo, dicen mucho de nosotros y de nuestra sexualidad. Sumérgete en el corazón de estos pensamientos oníricos llenos de sentido…
El sueño se divide en ciclos de aproximadamente 90 minutos, y cada uno comporta uno una fase de sueño lento y paradójico. Es en el transcurso de la última donde aparecen los sueños. Los sueños eróticos forman parte de nuestra intimidad, desde la edad más joven y sobre todo a la adolescencia. La pubertad, propicia a los sueños más picantes, también está relacionada con las primeras emociones amorosas… Se trata, por lo tanto, de un aprendizaje de la sexualidad que se perpetuará a largo de la vida adulta.
¿De dónde vienen?
En cuanto al origen de los sueños eróticos, los psicoanalistas son formales: los sueños eróticos no aparecen por casualidad y serían el fruto de deseos vividos durante el día. Por ejemplo, si una persona te ha impactado durante día, es muy posible que sueñes con abrazos ardientes con esa persona.
¿Para qué sirven?
Hacer el amor en un sueño muestra que la imaginación está estimulada o, tal como lo analizó Freud, que es capaz de formarse una historia deseada o incluso de satisfacer pulsiones inconscientes. Objeto verdadero de liberación, el sueño erótico permite al individuo cumplir necesidades sexuales pasadas y, por lo tanto, moverse mejor en la vida diaria.
Mejor todavía, los sueños eróticos permiten detectar ciertos bloqueos, e incluso ayudan a liberarlos.
¿Cómo se interpretan? [Leer más…] acerca de Porque tenemos sueños cachondos?