Ayer jueves 27 de noviembre hubo una mega marcha que desquicio la ciudad por completo. Tanto, que mucha gente no pudo ir a trabajar, pero los que si lo hicieron se vieron envueltos en un verdadero caos.
La cuestión es que se volvieron a ver esos resabios del viejo corporativismo y charrismo que creiamos ya en el pasado (acarreo de manifestantes, amenazas a los sindicalizados con descontarles el sueldo si no asistian, rapto de camiones, etc.)
Mucha gente que estaba ahí no sabía ni porque se manifestaba, jovenes preparatorianos que igual pueden manifestarse por la inmortalidad del congrejo que contra el neoliberalismo (me gustaria preguntarles que entienden por neliberalismo 😉 Indigenas que no hablan siquiera el español y que son llevados por sus dirigentes, viejos políticos de cepa, (lease Barttlet y Cardenas Solórzano, que antes se odiaban y ahora se abrazan como si nada, como se ve que el 2006 ya esta muy presente, no?)
En fin, no se trata de descalificar la marcha, que podría tener muchas lecturas. Es una llamada de atención al gobierno, la gente esta descontenta y habrá que hacer algo antes de que esto se salga de las manos. Porque el descontento puede ser utilizado por políticos sin escrúpulos para llevar agua a su molino.