El sonido de los Yeah Yeah Yeahs en su primer disco era caótico y lleno de energía, casi como tomarte una caguama de fondito bajo la lluvia. Esa fue la fama que se crearon, la de un grupo desmadroso donde lo que importaba era ver en vivo a la vocalista Karen O, hacer locura y media como Gloria Trevi en el escenario mientras el baterista perforaba la batería y el guitarrista deshacía su instrumento con extasis/furia. Los que esperaban la segunda parte de Fever to Tell, se llevaron una desagradable sorpresa, pues Show your Bones no es un disco de desmadre. Los que querían oir algo diferente de parte de los Yeahs, se llevaron una agradable sorpresa, pues este disco es como una evolución de pokemon; es el sonido de la madurez. Si Fever… es el adolescente con acné y hormonas, Show your bones es el recién graduado que sabe que tiene que tomar un respiro antes de empezar con lo de su futuro.
Definitivamente, este es un disco más melódico y más introspectivo, que aun así guarda la energía característica del grupo, pero esta vez la energía está contenida, mejor canalizada: en vez de una gran explosión atómica, varias bombas molotov estratégicamente colocadas. Así lo muestra Gold Lion, la canción que abre el disco, que empieza con una batería como la de Queen en We will rock you, y una guitarra acústica bastante modesta, pero termina con la guitarra y la bateria en una batalla para saber de qué cuero salen más correas. La voz de Karen O deja los gritos desgarradores para dar paso a las armonías agresivas y todo suena en su lugar. Cheated Hearts, es como Maps del primer disco, pero en su lado más alegre, con la misma euforia que la caracterizó. Una favorita personal es The Sweets que pregunta en su letra: ¿A quién sigues? ¿Por quién caíste? ¿Cuál es tu crimen?. El crimen es escuchar un disco excelente de principio a fin, no tan contundente como el pasado, pero sí más definitivo.