Un ejemplo más de la Honestidad Valiente, de el Peje y sus secuaces de Morena. Ahora si que ni como ayudarles.
VUELTA PROHÍBIDA | Néstor Ojeda | Milenio
El profesor René Bejarano fue uno de los pocos implicados en los videoescándalos del sexenio pasado que pagó con cárcel la relación de sobornos entre el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y el empresario Carlos Ahumada, a quien se puede señalar como uno de los grandes corruptores del perredismo en casi todas sus expresiones, de lo cual hay testimonios por escrito y en video.
Ayer Bejarano y su esposa, Dolores Padierna, secretaria general del PRD, mostraron el músculo de una de las tribus emblemáticas del nuevo corporativismo en la Ciudad de México, ese que le aprendieron al PRI y mejoraron y ampliaron bajo los colores de la llamada “izquierda social”, que se incrustó en la formación del PRD.
El ex secretario particular de López Obrador en el GDF prácticamente se presentó como un mártir redimido en su discurso, en el cual dijo venir del reflujo de la adversidad, la cual superó gracias a la lealtad, y que por ello él y su Movimiento Nacional por la Esperanza están más fuertes que nunca.
Y no le falta razón. Cuando fue exhibido negociando con Carlos Ahumada y recibiendo una petaca de dólares con ligas incluidas, Bejarano simplemente apechugó. El operador estrella de AMLO nunca dijo adónde fueron a parar esos recursos, nunca relacionó a su jefe con los sobornos que recibió de Ahumada y simplemente enfrentó el desafuero, se dijo inocente, y cuando fue sentenciado cumplió callado y paciente más de un año de prisión.
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