A mi edad (34 años), no siento una especial predilección por las/los jovenes y adolescentes de estos tiempos. Los veo y me parece una generación apática que no aprendió a leer bien y mucho menos a escribir. Que se limitan a escuchar sus iPods con cientos (miles) de canciones, que cada maldita frase que dicen en voz alta la terminan con un sonoro «weeii» y solo ven videos de música «hip-hop reggeatonania» indigerible para mi gusto.
Recuerdo hace años, que cuando me tocaba revisar una computadora casera, sabía que era una oportunidad para obtener de manera sencilla y masiva, el contenido digital almacenado en el disco duro. Videos musicales, películas y fotos porno, software interesante, fotos sexis de la novia del dueño de la pc y sitios favoritos interesantes para navegar.