El día de ayer asistí al funeral de un familiar muy cercano y querido que falleció a causa de una complicación que se presentó el día jueves anterior por la tarde (el mismo día de la mentada manifestacion antitoreo a la que no llegue a tiempo).
Como era de esperarse, fue algo triste, doloroso y que llevará algun tiempo superar (el funeral, no la manifestación del evento malandrín). Pero algo que me llamo mucho la atención fue el discurso del «hombre de corbata con la biblia en mano» con sus palabras típicas de que esto era solo un paso más, que todos ibamos a reunirnos volando algún día en las nubes del cielo (y sin el polvo de hadas que usa Peter Pan) y que el tipo invisible que vive en el cielo pendiente de que los hombres se corten la puntita del pene y las parejas no tengan sexo antes de casarse se iba a tomar el tiempo para traer consuelo a los familiares.
Todo eso suena muy bien, pero como buen ateo no pude evitar pensar:
¿Entonces quien se va al infierno si hasta en los funerales de «los malos y cabrones» se dice que se arrepintieron de sus maldades en último momento y el imaginario dios los va a acoger en su seno? (Quiero pensar que eso del seno no se refiere a una chichi).
A veces por breves instantes desearía creer ciegamente lo que dicen los líderes religiosos y políticos. La vida debe de ser bastante sencilla cuando uno es un crédulo poco exigente ¿Verdad? : )