Debe de haber pocas cosas en la vida mas frustrantes que andar muriéndo de hambre a las 9:00 de la noche y tener que formarte en una carreta de tacos de carne asada detras de la típica ñora gorda acompañada de sus cuatro chamacos. (Tomo nota mentalmente: Tal vez este así de gorda por comer frecuentemente en ésta misma carreta, así que nada mas hay que pedir 3 tacos).
La punzada (de hambre) se acrecenta mientras la ñora hace su interminable pedido al taquero (Sin relación alguna con el Taquero «I love Peje» que todos conocemos):
-Van a ser siete tacos. Me das tres platos de uno, dos de ellos sin repollo y el otro con poquito repollo. Uno de los sin repollo que tenga muy bien picadita la carne porque es para el chiquito (el niño chiquito supongo).
El taquero la interrumpe -¿Van a ser de harina o de maíz?
– Ahh ¿tienes de maíz? Entonces a lo que te acabo de pedir cambia el que no tiene repollo por tortilla de maíz, pero que no vaya a estar muy dorada. Oye, pero no me vayas a dar de esa tortilla que acabas de pasar por la grasa. Y aparte de esos tres que te pedí me das dos y dos, uno de los platos sin repollo y los otros dos van a ser de harina «con todo» (o sea repollo, que no mame) y de una vez veme poniendo a tostar una de maíz y ahorita te la pido.
El taquero que a estas alturas no ha de saber como rascarse la cabeza ante tanto desmadre porque tiene en sus manos unas pinzas y un cuchillo le dice:
– ¿El de la carne picadita es con repollo?
– No, te dije que ese sin repollo. Mira, van a ser siete tacos…. zzzzzzz….
Un rato despues, cuando regreso de mi aletargamiento alcanzo a ver como uno de los chamacos no agarra bien el plato con el taco que le da la ñora y se hace un desmadre en el piso con la carne, el plato desechable y la tortilla.
– Ay que pena señor ¿Me puede dar otro taco?
-Claro que si señora ¿Como va a ser?
¡Puta madre! Me acabo de comer un hot-dog «con todo» a una cuadra de ahí.