Compañeros, no somos nada. Una vez mas queda demostrado que los caminos del Señor Onán son misteriosos y su voluntad prevalece sobre los deseos de nosotros, simples mortales.
El día de hoy, nuestra hermana texana Anna Nicole Smith ha partido al Jalahalla bajo circunstancias misteriosas. Los que la conocimos durante su breve estancia en la tierra, la recordamos como una mujer que vivió la vida al límite.
Algunos la calificaran como una persona torpe o estúpida, pero con ese cuerpezote que se cargaba, otros más le perdonamos su espantoso programa de TV, la vez que se presentó borracha y drogada a una entrega de premios, haberse casado con un viejito millonario para quedarse con su fortuna y tantos otros temas que preferimos olvidar por respeto a su memoria.
Anita, donde quiera que estés, rogamos por tus seres queridos para que encuentren pronta resignación y para ti deseamos que encuentres la paz, el descanso y un trabajo de medio tiempo en algun table dance que en el cielo deben de ser simplemente gloriosos y divinos.
Dichosos aquellos que se reconforten en tus senos voluptuosos tamaño familiar, capaces de amamantar a toda la camada semanal de recien nacidos del hospital de la Raza. Tus hermanos te recordaremos por siempre gracias a tu legado fotográfico.
Descansa en paz.