Open Push

Esta es la historia de 5 personas que decidieron mandar a la chingada a la crisis, la guerra, la desigualdad social, la pobreza, el desempleo y todo lo que esta mal en este mundo por 4 dias. Sus nombres reales seran omitidos y tiene varias mentiras para darle mas chuqui al asunto.

Se subieron al carro y al son de «no vayas mijito, la semana santa es para relexionar y pensar» arrancaron hacia Puerto Peñasco. Y ahi van, pisandole machin al carro plateado que nunca habia sentido asi el yugo de la carretera desertica, llena de baches y con 5 horas de pura arena desertica y vientos cruzados. Para la cuarta hora de viaje vieron un letrero que decia «Puerto Peñasco 117» y el intrepido copiloto, tras 3 horas de ver nada mas que arena y escuchar musica preparada para el viaje grito «Vete a ala chingada», y es que esas 4 horas parecian haber sido 20. El grupo tras esa muestra de desesperacion, que no era mas que una manifestacion vocal de lo que todos los pasajeros pensaban, decidieron detenerse en pleno desierto sonorense, junto a un refrigerador que habia sido abandonado hace muchos años ya para agarrarlo de casita y pegar una miada y relajarse por 5 minutos. Las dos integrantes femeninas decidieron quedarse en el carro para protegerse del puto solazo y tomar agua. El trio de cabrones se bajaron a miar al pobre refrigerador:
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Siguiendo las indicaciones del Gordo, dieron vuelta en la calle donde vieron el table, y ahí­ mero luego luego, a la derecha. Y tal y como lo habí­a descrito el Gordo, ahí­ estaba el hotel. Para sorpresa de todos estaba chilo.

-Esteâ??s guey? Pregunto el Brus
-Simón este es, caun, Hotel Alexander, al fin cabrón, y a se me hacia que no llagábamos Yeha!!!!! Rock!!!!! â?? contesto con el sentimiento chingón de haber terminado la tarea el Chacos.

Era la 1 de la tarde cuando ya estaba todo listo, cuarto, un cartón de cervezas recién comprado y las puertas abiertas del carro, con rolas curadonas para pistear.
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9 de la mañanaâ?¦ el Brus abrió un ojo primero y luego el otro. La expresión â??engarroteseme ai!â? le vino corta. Se quedo quietecito, quietecito, tratando de mantener sin movimiento su cuerpo con la intencion de mantener el flujo sanguí­neo estable y sereno con la esperanza de que la cruda no le estallara como olla express malabiertaâ?¦
-Sereno, sereno, despacito- se dijo a si mismo

Comenzo a deslizar poco a poco la mano para tratar de levantarse. Para su fortuna las cortinas estaban cerradas y habia muy poca luz. Solo se veian los bultos de la raza tirada roncando.

Ahí­ la llevaba el cabron, despacito, como si llevara un libro en la cabeza. Puta madre, ni un ninja se movia con tal finura. Y cuando la perilla del baño se veia cerca cerca, ya a apunto de lograr su cometido de meterse a la regadera antes de que le tronara el puto crudon, como dice el perro Bermudez, la tenia, la pudo acariciar y en esoâ?¦ PUN a la madre…
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